Roca Rey y Rufo, pletóricos en la segunda parte del festival de Manizales

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El tradicional festival que se realiza a beneficio del Hospital Infantil de la Cruz Roja suspendido por la lluvia el viernes a la muerte del primero, se reanudó este sábado después de la corrida de toros. Roca Rey y Tomás Rufo estuvieron pletóricos, cortando dos orejas, que junto a Ferrera el día de la lluvia, componen la nómina de triunfadores de este festejo solidario.

La empresa y los toreros decidieron continuar el festival que se suspendió por lluvia la noche anterior, y el público acudió al festejo, y volvió a llenar los tendidos, dos horas después de la corrida. Doblete que deja claro por qué Manizales es única en el circuito, y su afición el último bastión de la tauromaquia en Colombia.

Qué más decir de Andrés Roca Rey, que sea itsmo entre lo cliché? Muy poco. Aquí hizo valer al toro, que no parecía, expuso más de la cuenta y salió airoso. Esta crónica de Roca Rey es fácil y breve, porque se resume en amo y señor, de los terrenos, de las suertes y hasta de la sinrazón. Roca Rey es el talismán de la fiesta, y a él hay que referirse sin atenuantes como el del tirón por lo que a pulso ha construido. Portentosa faena que rubricó con un estocadón.

A Manizales se viene como vino Tomás Rufo. Como si no bastara con el recital de la tarde, la despedida de esta feria la hizo a lo grande. Inmenso de capa, a pesar de la aspereza del toro en el primer tercio. La faena de muleta, torería desde el inicio de hinojos hasta el colofón, entre tanto, solo mando y rotundidad sobre el pitón derecho del toro. Por el izquierdo mejor no procurar el desaliño, no daba para eso, la faena no lo necesitaba. Toreó y toreó, con mucha superioridad, hubo amago de indulto que afortunadamente Rufo ignoró, porque más significado y valor tuvieron las dos orejas y la vuelta al ruedo al toro.

El tercer novillo tuvo poca transmisión, sin embargo Emilio De Justo puso lo suyo, lo templó en tres series que rápidamente el público pareció olvidar. Volvió la memoria parcial con el estocadón.

Reabrió plaza Cristóbal Pardo, que lanceó con clase y buen gusto a la verónica, serpentina de remate y el público al bolsillo. Quitó por navarras y remató con serpentina.La faena no tomó vuelo porque el toro se fue a la querencia, sin embargo Pardo estuvo correcto y templado por derecha e izquierda. A toro rajado bien estuvo cambiar terrenos y ligazón por temple. El fallo a espadas le impidió cortar una oreja que bien justificada habría estado.

Alejandro Talavante estuvo templado de capa. La faena de muleta no tuvo ni ton ni son, porque el toro tomaba los muletazos con violencia e impedía pegar el muletazo con verdad. El público se impacientó y recriminó al torero la brevedad.

El cierre del agradable festejo estuvo a cargo del novillero colombiano Felipe Miguel Negret. Ante tal compromiso, al ponderar su actuación, hay que poner matices. Y de sus comienzos a hoy, hay crecimiento indudable, a pesar de que el novillo se aquerenció al despuntar la faena. El público estuvo cálido con Negret y atento a su hacer torero. Que continúe la senda ascendente.

Manizales (Colombia). Sábado, 13 de enero de 2024. Festival nocturno de la 69ª temporada taurina, como continuación del suspendido el día antes. Novillos de Ernesto Gutiérrez, destacando 4º y 5º, este último premiado con la vuelta al ruedo tras petición de indulto. Antonio Ferrera, dos orejas (viernes 12). Cristóbal Pardo, palmas; Talavante, silencio; Emilio de Justo, ovación; Roca Rey, dos orejas; Tomás Rufo, dos orejas; Felipe Negret, silencio. Entrada: Lleno.

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