El Agua No Quiebra Costillas, Pero Moja Canillas

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El agua siempre será una bendición en el momento oportuno y sin excesos, como casi todo en la vida, pero en la lidia del toro descompone y cambia lo que en verdad puede ser.

Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora

Manizales – Colombia. La segunda corrida del abono manizalita se caracterizó por la adversidad climática (lluvia) que influyó sustancialmente en el buen desarrollo del festejo que anunciaba a una de las ganaderías triunfadoras de la capital caldense como es la dehesa Santa Bárbara, encaste Juan Pedro Domecq – Carlos Núñez, Propiedad del capitán Carlos Barbero. Es válido resaltar que la presentación del encierro fue impecable, toros con todas sus características, cuajo en la mayoría y caras serias. El juego fue variado, predomino la casta (alegría en las acometidas) pero estuvo muy al límite de la clase, seguramente por las condiciones en las que el ruedo estaba por la intensa lluvia, el ruedo de la Monumental, que goza de buenos drenajes, por las características de su albero, se torna lizo y eso hace que el agarre al suelo tanto de bureles como de actuantes se haga difícil y no se pueda interactuar en condiciones normales.

El agua no quiebra costillas, pero moja canillas y recordemos que la base de cualquier obra, emprendimiento o circunstancia son las bases, quien creyera, pero en el arte taurino es más que fundamental; los toros pueden tener las máximas condiciones de bravura, codicia, fijeza, casta, pero si no logra tener certeza en sus extremidades, por simple naturaleza, acomoda sus virtudes para mantenerse en pie y así lo vimos. Varios metieron la cara abajo y se derrumbaron y luego no lo volvieron a hacer, no porque no trajeran esa condición de humillar, sino que para continuar de pie en la pelea aprendieron que su cara no bajara. Un caso puntual el tercero de lidia ordinaria, primero del lote de José Garrido, que fue lidiado en el centro del ruedo, allí en ese lugar, por la inclinación que tiene haciendo la forma de la lenteja, no había lodo en el momento y el burel pudo expresar su potencial, que a la postre aprovecho muy en torero el artista Pacense.

Si algunos de los buenos aficionados pudieron detallar, algunos actuantes tanto de oro como de plata, tenían calzadas zapatillas con una suela muy parecidas a los guayos de futbol, con taches, para mejorar su firmeza (o agarre) a la arena, ese detalle ayudo a que no se presentaran tragedias y se pudiese dar curso al festejo bajo la intensa lluvia. Claro, el más afectado fue el toro porque debió sostenerse y acomodar sus virtudes para mantenerse en pie o simplemente, en el orden especulativo, entregó lo que en verdad traía dentro, en muchos momentos de apreciar quedamos bajo la teoría de la relatividad.

Por último, no olviden que estamos entregando el toro a toro cada tarde a través de nuestras cuentas twitter: @enelcallejon  y @voyalostoros ¡Síganos para que estén bien informados!

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