Manizales: Martínez Un Cupo Justo

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Lleno de no hay billetes, variedad en comportamiento de los Ernestos, toreros nacionales jugándose la vida, fue el cierre de la XIX Feria Toros y Ciudad de Manizales.

Redacción: Javier Baquero -JABA-

Manziales- Colombia. Bajo un sol primaveral Manizales abrió sus puertas a un lleno de no hay billetes. Mil personas se quedaron en las afueras de la plaza. Se pudieron astados de Ernesto Gutiérrez, bien presentados en general y de juego diferente. En orden de salida: Primero: Un poco fuera del estilo de la casa, se tornó caminado y se vino a menos en las embestidas. Segundo: Tardo en el inicio, Bravo en los montados. Sin suerte en la muleta. Tercero: Un Bravo y codicioso. Cuarto: Se rajo rápido pero se dejó. Quinto: Justico de raza, rajadito y caminado. Sexto: Se apago de entrada.

Cristián Restrepo: abrió la tarde con alegría y mucho mando en los lances. Con la muleta la labor no fue menos importante, Cristián que regresaba a la plaza que lo doctoró ejecutó una faena entendida y fundamentada en el temple, los tiempos y los espacios justos. Aprovechando los buenos momentos del toro realizó lo justo ante uno que se vino a menos. La alegría fue su común denominador en toda la faena. Con el acero dejó en principio una espada defectuosa, para luego echar al traste lo que pudo ser una oreja.

Curro Martín: Con lances apenas acordes a las embestidas Martín inició su labor con poca suerte. Con la pañosa brindó al público que abarroto el coso manizalita. No acabo de acoplarse a las embestidas a las embestidas irregulares del astado. Pegajoso y sin mucha clase. Martín porfió pero no nunca encontró el camino. En la espada la suerte siguió el mismo camino, contraria.

Moreno Muñoz: saludo con una larga cambiada para seguir con una faena variada con la capa. Con la muleta tras brindar a los muchachos de Tauro Joven desarrolló una faena entonces con florituras de estética torera, mientras Miryam, su madre, rezaba tras las tablas de la barrera. Moreno risueño consolidaba una faena de mando. En una tanda de muletazos al natural recibió una fuerte voltereta que lo llevó transitoriamente a la enfermería. Una vez de regresó una batalla de gladiador. Fue más el deseo que la estética. El drama del pundonor frente a las dificultades de la bestia. El honor del torero en superioridad sobre el toro, Moreno se desvaneció nuevamente y fue llevado a la enfermería.

David Martínez: saludo con una larga cambiada sumada a lances con gusto y variedad. Con la muleta. Con banderillas se robó las Palmas de la afición que lo aclamó tras tres buenos pares. Con su rostro radiante brindó al público e inició de rodillas una faena emocional con un toro apenas justo en la bravura pero sin malas ideas. David aprovechó las embestidas y alegró a la parroquia. Mató de estocada sin puntilla. Las lágrimas en su rostro vieron como llegó una oreja, que quizás pudo llegar a ser un par.

Rocío Morelli: rodilla en tierra saludo a su astado, verónicas templadas fueron su abrebocas. Con la muleta tandas de buena factura aunque cortas. No desplazaba mucho el toro dejándolo muy cerca a su humanidad. Con el acero no contó con suerte. Vuelta al ruedo.

Guillermo Valencia: saludo con verónicas bien dibujadas. Con la muleta Valencia brindó al público y pidió un toro que poco transmitió y se acabó rápido. Acortó y busco el acero que no fue certero.

No es una apreciación para exagerar, pero sin discusión alguna, Manizales tiene la afición mas grande y con prometedor simiente joven de Colombia y probablemente de la América Taurina.

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