Novillada del Aniversario en la México Con Mucho del Frío

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Con novillos de Núñez del Olmo, disparejos de presentación y comportamiento, una entrada de unos tres mil espectadores, algo de viento y mucho frío se cumplió la novillada del aniversario de la México.

Redacción: Javier Baquero JABA – Corresponsal en México

Ciudad de México – México. El primero un novillo, encogido, cuellicorto, y por mucho tiempo caminador. Con la capa Adame tiró las embestidas de uno que no quería seguir el rumbo, en varas el burel Atropelló más que empujar. Con la muleta formuló tandas inteligentes para hacer más largo el recorrido del de novillo, que persistía en quedarse corto. Al final tres cuartos de espada para poner fin a sus ganas. Hubo palmas equivocadas para el novillo en el arrastre.

Como cuarto un berrendo, lucero, botinero y rabicano, al que lanceó bien Adame. Igualmente, lo mejor estuvo luego la vara con gaoneras bien intencionadas. Hecho rodillas a la arena y tres muletazos sin mucho fondo dieron inicio a la faena muleteril. Hubo valor justo ante el que se vino a menos. La espada igual que en el primero, dosis de tres cuartos. Palmas al novillero.

Julián Garibay hizo segundo turno con un novillo mejor presentado, y un poco de mejor juego, con el que la capa lució sobre todo luego de la vara. Valor y variedad. Con la muleta partió con dos cambiados de mucha exposición y poca filigrana. Luego tandas sin cruzarse lo suficiente, dejando al novillo medias embestidas. La faena fue intermitente, mostrando inseguridades en varios pasajes. Con la espada, tres cuartos que bastaron para que doblará el novillo.

Para el quinto, Garibay lanceó bien de inicio, pero se confió y recibió una voltereta que lo dejó maltrecho. Con la muleta probón el novillo y dudoso el coletudo. No pasó nada. Pinchazos por dos, descabello, un aviso.

Arturo Gilio cerraba la terna y para su primer turno lidió un escaso de cuerna, berrendo en cárdeno, rabicano, de inicio suelto en la capa. Lo más destacado luego de la vara.

Con la muleta toreo uno que sufrió una fuerte voltereta de latiguillo. Hubo clase y buen empaque, tiró del ejemplar con mucha clase. El pupilo del Olmo humillaba y tenía recorridos largos. Pincho en su primera comparecencia para luego dejar tres cuartos. Petición mayoritaria frente a un palco timorato y desubicado. Vuelta lenta al novillo, totalmente a lugar y vuelta al ruedo del novillero.

Al cierre salto el mejor presentado del encierro, un negro que sirvió para la capa, en la que Gilio se lució. Rodillas en tierra y en el tercio citó con la muleta para ejecutar cuatro muletazos, dos cambiados por la espalda, donde hubo valor más que arte. Ya incorporado la muela tomó más calidad en y trazos largos. Templó las embestidas y con ambas manos probó al buen novillo. Gritos de torero, torero acompañaron las largas acometidas del astado que fue noble. El toreo en redondo fue determinante. Remató de rodillas y con muletazos para la galería. Pañuelos blancos afloraron de manera generosa. Mató de estocada desprendida. Dos orejas largas.

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