TOROS Toros y toreros anticipan los farolillos

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De izda. a dcha. Morante, El Juli, Manzanares y Roca Rey. / El Correo

Este miércoles se inicia el ciclo continuado de festejos de la feria de…mayo

Redacción: elcorreoweb.es

El rutilante festejo del Domingo de Resurrección –con El Juli, Manzanares y Roca Rey en el cartel- ya es historia. También lo es la más modesta corrida de intermedio que se celebró el pasado domingo en jornada electoral. En ambas se cortaron sendas orejas por parte de Manzanares y Rafa Serna. Y en ambas pesó más la decepción que la riqueza de resultados. Los dos eventos han ejercido de prólogo al definitivo ciclo continuado que estrenará el mes de mayo antes de que se enciendan los farolillos en una fecha tardía impuesta por las exigencias del calendario litúrgico y las nuevas ordenanzas municipales.

La empresa ha vuelto a apostar por una terna joven –Garrido, Galdós y Cadaval- para la que reservado un año más la corrida de Torrestrella, que cuenta con una excelente hoja de resultados en la plaza de la Maestranza. A partir de ahí se abren doce días de toros en los que hay carteles para todos los gustos. Ya lo hemos dicho: los nombres de Morante, El Juli, Manzanares y Roca Rey -que han firmado cuatro tardes cada uno en el abono- revolotean en las tardes de mayor expectación prometiendo cartelitos de ‘no hay billetes’. Partiendo de esas cuatro patas fundamentales hay que sumar el momento de un torero sevillano en trance de definitiva eclosión que redondea la que, posiblemente, es la combinación más rematada del ciclo. Se trata de Pablo Aguado, que une su única comparecencia al tercer pase de Morante y Roca Rey para despachar la siempre interesante corrida de Jandilla. El triunfo de Valencia, el indulto de un toro de El Torero en Morón, y lo que pase esta misma tarde en Madrid son los avales de este joven matador que es dueño de un sentido clásico y natural del toreo. Hay muchas ganas de verlo. También se juega mucho en el envite. Esa tarde, la del 10 de mayo, es la más codiciada en las taquillas.

A partir de ahí, las mayores ilusiones se reparten entre toreros como Emilio de Justo, Diego Urdiales o Paco Ureña. Cada uno desembarca en Sevilla con distintas circunstancias pero un mismo objetivo: subir su cotización y embarcarse en el gran circuito de las ferias. El extremeño Emilio de Justo, que ya no es ningún niño, ha sido el último en escaparse del pelotón. Está anunciado en Sevilla para estoquear la corrida de Victorino Martín junto a otros dos especialistas como Antonio Ferrera y Manuel Escribano. El primero anda empeñado en una versión manierista –casi rococó- de su toreo que se aleja demasiado de los postulados clásicos que enamoraron en esta plaza, no hace tanto tiempo. Escribano, por su parte, suma su sólido oficio al recuerdo del indulto del toro ‘Cobradiezmos’, cumbre de su vida torera. Pero estábamos hablando de Emilio de Justo, un torero de sentido y formas clásicas que eclipsan su gran firmeza. Hay ganas de verlo.

También las hay de comprobar la verdadera dimensión de Diego Urdiales, que hasta ahora ha pasado de puntillas en esta plaza. Su gran faena al toro de Fuente Ymbro en la feria de Otoño de Madrid volvió a sacarle de un nuevo ostracismo profesional. El veterano matador riojano ha entrado en uno de los carteles estrella del ciclo, en la corrida de Juan Pedro Domecq, hasta el punto de desplazar a uno de sus actores naturales, el maestro Enrique Ponce que, aunque hubiera estado anunciado, no podría haber comparecido por su gravísima lesión de rodilla.

Pero hay que seguir hablando de los que sí están. Ya habíamos nombrado a Paco Ureña, que cierra el cartel de la ganadería debutante de Santiago Domecq. El murciano vuelve a Sevilla en un año trascendental. Ha perdido el ojo herido el pasado año pero parece que su concepto sigue intacto. Se le recibirá con especial cariño. Comparte cartel con El Cid en la que –eso dice- será su última Feria de Abril. Quedan lejos sus mejores tiempos pero al diestro de Salteras no le faltará el cariño del aficionado. En esa misma terna figura otro nombre, el de Miguel Ángel Perera, que antes habrá estoqueado la corrida de Garcigrande. El extremeño estrena apoderados en la temporada 2019. Son Pedro Rodríguez Tamayo y Santiago Ellaury, dos personas estrechamente vinculadas a la empresa Pagés.

Pero hay más toreros ilusionantes. Uno de ellos es Pepe Moral, triunfador reincidente en las ferias de 2017 y 2018. Su nombre permanece unido a la corrida de Miura. Posiblemente es el torero que ha toreado con más y mejor calidad a las temidas reses de Zahariche en los últimos tiempos, especialmente con su prodigiosa mano izquierda. Y hablando de Miura, la sorpresa de esa corrida –que tampoco ha despertado demasiados entusiasmos, ésa es la verdad- es la presencia de un torero como Sebastián Castella que, a la vuelta de casi todo, busca dar un penúltimo toque de atención con este gesto. La tercera pata del cartel de los miuras es Octavio Chacón, un veterano bregado en las esquinas más duras del toreo que debuta en la Feria de Sevilla después de salir del ostracismo a base de tesón, capacidad y confianza en sí mismo.

El apartado juvenil es el que más tiene que demostrar. Este estrato lo copan Ginés Marín, obligado a dar lo que se espera de él, junto a Joaquín Galdós, Álvaro Lorenzo, José Garrido e incluso Alfonso Cadaval, que toreará su segunda corrida como matador después de su digna alternativa en esta misma plaza. No se nos olvida el nombre de López Simón, que ha comenzado el año con puertas grandes; tampoco el de El Fandi que cuajó dos faenas de gran contenido argumental en las dos últimas ferias.

En el apartado ecuestre hay que denunciar, una vez más, la aplazada competencia entre Hermoso de Mendoza y Diego Ventura. El primero ha decidido contar con Lea Vicens –perejil de todas las salsas- para inquietar lo justo la alternativa de su hijo Guillermo. Ventura, por su parte, sólo ha podido resolver su encaje con una inusual corrida mixta que compartirá con El Juli y Cayetano, que también vuelve a anunciarse. Suerte para todos.

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