Un buen encierro de la ganadería caucana de Paispamba se lidió en el largo y accidentado festejo en el que se corrió también un eral de Las Ventas del Espíritu Santo para el aspirante a novillero con caballos Cristian Restrepo. A los de Paispamba, Luis Miguel Ramírez les cortó tres orejas y salió a hombros con la rotundidad de un triunfo que lo perfila como la figura novilleril de la torería colombiana.
Una más vendría en el sexto, sustituyendo a Arturo Cartagena. La faena fue ganando en intensidad, ligazón y temple. El novillo también fue a más, y de la falta de claridad en la embestida y la exigencia de llevarlo a media altura, pasó progresivamente al ritmo y la codicia, sacando el fondo que permitió a Luis Miguel las mejores series de la faena. Al natural toreó con gusto, y puso también algo de su sello personal de arrebato, valor y desparpajo, que a ojos del aficionado no es lo que más conecta, aunque sí lo hace con el público que viene a ver triunfar a los acartelados.
El mexicano Bruno Aloi debutó con la aprobación del público, que reconoció su clase. El que abrió plaza saltó al callejón y en todo momento anunció peligro tras el remate de los muletazos. No acudió con prontitud a los cites y el novillero expuso más de la cuenta, por lo que en la segunda serie resultó cogido pero por fortuna solo rompió la tela del vestido. Muy valiente Aloi, que aguantó parones, revueltas y las malas maneras del sentido del novillo. Indiscutible la disposición del novillero, que probó lo que estuvo a su alcance sin conseguir someter al novillo. Tal fue el mérito de lo realizado que el público lo sacó a saludar una ovación a pesar del fallo a espadas, en cuyo primer intento atravesó al toro, aunque lo hecho, hecho estaba.
El tercero de la tarde resultó la única comparecencia de Arturo Cartagena en la feria de Cali. El novillo tuvo poca fuerza y no permitió el lucimiento del novillero en el inicio de faena. Tras la segunda serie, Cartagena se afirmó con algo más de decisión y el trasteo se vino arriba en la siguiente serie. Flor de un día, porque luego no mantuvo el sitio y se llevó una cornada en el gemelo izquierdo que lo mandó a la enfermería, obligando a Aloi como cabeza de cartel a matar al novillo. Lamentablemente el certero volapié llegó con el punto de tragedia al salir con un profundo corte en la mano derecha por el que Aloi tuvo que ser intervenido en la enfermería de la plaza.
Cali (Colombia), viernes 27 de diciembre de 2024. Novillos de Paispamba, encastados, de juego variado; y un eral de Las Ventas del Espíritu Santo, de buen comportamiento. Bruno Aloi, ovación con saludos y silencio tras aviso; Luis Miguel Ramírez, silencio, dos orejas y oreja en el que lidió por Arturo Cartagena; Arturo Cartagena, palmas en el único que lidió; el novillero sin picadores Cristian Restrepo, silencio. Saludó Jhon Jairo Suaza “Chiricuto” por su par al primero; ovacionada la vara de Luis Viloria al séptimo.