Cali: Lo Bueno, Lo malo y lo Feo de la Segunda en Cañaveralejo

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29 diciembre, 2023

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Cali: Lo Bueno, Lo malo y lo Feo de la Segunda en Cañaveralejo

Redacción: Liliana Jiménez – Diario Occidente

Lo Bueno

Mejoró la entrada, poco más del medio aforo se vistió de color.
El tercio de capote del colombiano Luis Bolívar fue lento, en forma de acople a la embestida.
La técnica del torero vallecaucano, que sin probatorias brindó al público una cátedra del bien torear a un ejemplar sin garantías, soso, tardó e incierto.
El tercio de capa de Atala ante a un toro con más alegría en la embestida.
Los pares de banderillas de Ricardo Santana al segundo del festejo. Saludó desde el tercio.
La alegría de Torongito, segundo del festejo.
La faena de Talavante tuvo estética y temple.
La finesa de Torongito.
La calidad y bondad del tercero del festejo.
La conjunción de toro y torero en el tercero permitieron que Emilio de Justo se lanzara con las dos orejas.
La suavidad de la capa de Bolívar.
El palco siguió cambiando el tercio con tan solo dos pares, sin respetar el reglamento taurino colombiano.
El torero de Bolívar con las dos manos estuvo lleno de lentitud y temple.
La variedad de Talavante con la capa.
Las banderillas de Álvaro Montes y Emerson Pineda al quinto.
La capa lució en manos de Emilio de Justo en el del cierre.
La faena de Emilio lució planchadita y con mucho mando ante uno que se vino a menos.

Lo Malo

El horario de las 4 de la tarde no se cumplió a cabalidad. Alas 4:10 sonó el himno nacional.
Por primera vez en muchos años no hubo transmisión radial de RCN.
El primero de la tarde se paró rápidamente. Floto y sin codicia.
La espada de Bolívar no fue efectiva.
Las pasadas en falso de Alex Benavides al tratar de colocar los palos en el tercero del festejo.
El cuarto no llegó al final, cantó la gallina al ir Bolívar a buscar el acero.
Lo terciado del quinto. Muy cari joven
Indultaron a uno con exceso de generosidad. Era bueno, pero no para ello.
El sexto se fue apagando en la muleta de Emilio.

Lo Feo

Bolívar se retiró las zapatillas.
El torero colombiano solicitó que la música dejara de soñar y el palco hizo caso omiso a la solicitud del director de lidia. La solicitud fundamentada en lo que estaba pasando en el ruedo. Bolívar lidiaba a uno que no ofrecía garantías.
El segundo fue un toro con cara de joven.
El aire empezó a molestar en el segundo del festejo.
Las nubes se posaron sobre Cañaveralejo a las 4 de la tarde.
El cuarto de la tarde recibió la pica en contra querencia y proporcionó un tumbo al piquero.