JUANGUI EN BOGOTÁ: ROMÁN, ÚNICA OREJA EN UNA TARDE POBRE EN PÚBLICO

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Redacción: Juan Guillermo Palacio – Foto: Rodrigo Urrego

Se lidiaron toros de Mondoñedo para Ramsés, Manuel Escribano y Román, en un festejo en el que el valenciano se impuso dando la vuelta en su primero y cortando un premio en el sexto.

Bogotá – Colombia. Una corrida de Mondoñedo era la que hacía acto de presencia en la tarde de este domingo en la segunda de la Feria de la Libertad en la plaza de toros de la Santamaría de Bogotá. En el cartel, hacían el paseíllo Ramsés, Manuel Escribano y Román.

El primero, «Lusitano» de Mondoñedo, fue el toro de la confirmación de Escribano. Astado con el que el torero pasó un rato amargo. El primer Mondoñedo le incomodó toda la faena. Fue un manso que se quedó corto y se revolvió buscando siempre asestar una cornada. Dos series finales en las que expuso y logró hacer pasar al toro dejaron una sensación de respeto aunque, obvio, sin lucimiento. Acertado con la espada. Silencio.

Fue el segundo manso. Escupió hasta cuatro veces la segunda vara. El primer tercio duró 20 minutos y fue con violencia a la muleta. Primer intento con la izquierda y el toro no pasa. Al tercero logró someterlo por ese pitón y robarle una serie que un sector del público agradeció. Eso fue todo. Se le dificultó matar, el toro se le desigualó permanentemente. Entera algo  contraria. El toro tardó en doblar.

Román debutó con pie derecho en Bogotá. Faena maciza; sometió al tercero desde el inicio. Buena vara de Viloria. Otro que se va con dos pares de banderillas. Tres series de derecha con mando, sacadas a ley. Más discreto con la izquierda por la apatía del toro. Toreo alegre, invertidos y manoletinas al final. Entera tras pinchazo. Petición no mayoritaria. Vuelta.

Solvente con el capote en el segundo del lote de Ramsés, el toro peleó bien al caballo. Con la muleta muy pegado al piso, exigió tirar de él. Lo hace bien Ramsés. Fase final encimista, jugándose el tipo. Manoletinas ceñidas para cerrar y entera algo desprendida. Faena seria, de valor.

La segunda lidia de Escribano fue la faena de más regularidad. Fue el toro de más movilidad y repetición. Se salvó de una cornada en el tercer par, por los adentros. Dejó tres primeras series rematadas y una cuarta con la izquierda, pero el toro se paró y se volvió mirón. Manoletinas con riesgo para cerrar, pero llegó el fallo con la espada. Bajonazo superficial, pinchazo y entera. Saludos y palmas al toro.

El toro que más duró y mejor juego fue el sexto. Román lo llevó bien a diestras. Las primeras tres series fueron ligadas, con los muletazos en circular y largo, sometiendo al astado. La cuarta serie fue de mano baja, la más valiosa del trasteo y de la tarde. Dibujó naturales mandones. Cuando el toro cambió, tuvo menos recorrido y acudió a circulares invertidos. La gente valoró el esfuerzo. Estocada recibiendo trasera pero entera, y triunfó de forma torera. Oreja.

Ficha del Festejo

Plaza de toros de la Santamaría de Bogotá. Segunda de feria. Corrida de toros. Menos de un cuarto de plaza. Toros de Mondoñedo exigentes y complejos propios en su encaste. Ramsés, silencio y silencio. Manuel Escribano, que confirmaba alternativa, silencio y ovación. Román, vuelta y oreja. Un cuarto escaso de entrada.

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