Redacción: Javier Baquero JABA
Manizales – Colombia. Los toros de Juan Bernardo Caicedo siendo muy bien hechos, con trápio trajeron poco por dentro y no dieron la virtud del triunfo a ninguno de los actuantes, Andrés Roca Rey se llevo un trofeo entre una polémica por las decisiones del Palco Alto.
Sebastián Castellá el primero de la tarde realizó una faena aseada, con temple y mando. Las distancias y los espacios de tiempo fueron fundamentales. La izquierda fue lo mejor. La espada no cayó como se deseaba, fuertes Palmas. En el cuarto de línea ordinaria Castellá sacó repertorio de técnica para lidiar un bonito de lámina pero escaso de contenido. Dejó una magnífica estocada. Palmas.
José Arcila en su primer capítulo, con un toro muy bien hecho, dejó muletazos largos pero poco emotivo, el manizaleño realizó una faena aseada y sin recursos de galería, el acero no fue certero en el primer envite, ovación. Con el quinto Arcila realizó una faena con deseo y oficio frente a uno que se fue a menos, correcto con las ejecutorias, con la espada trató de entrar a matar despojándose de la muleta y recibió una voltereta, fórmula que repitió, uso la espada de cruceta y el público se lo reconoció con las Palmas.
Andrés Roca Rey en su primera comparecencia mostró su calidad en una faena a un noble toro al que le falto algo de motor. Lentitud y torería, Palmas. Tras dos cambios de toro en el cierre de la tarde, Roca Rey pidió un Santa Bárbara que no fue muy claro, más meritorio por ello lo ejecutado por el limeño: Enjundia, pundonor y entrega. Todo fue mérito del americano. Espadazo desprendido. Una oreja larga por parte del Palco.
