El de La Puebla falla con la espada una Puerta Grande después de poner Madrid bocabajo.
Redacción: PATRICIA NAVARRO larazón.es

El comienzo de faena traía el sabor del sur, la trinchera, el cambio de mano, el arte universal trepaba en este diestro en el que confluyen toreros de toda la historia para enaltecerlos en una figura única como es José Antonio.Vino después la antología ante un toro, que le apretó, que le hizo hilo, con el que expuso e hizo la magia. Parecía como si fuera capaz de torear con los vuelos, un hilo invisible unía la bamba de la muleta y el lance era otro, la suavidad era otra. La vida era otra. Madrid y Morantón, que decía Martín, mi hijo de 9 años. Nada volvería ser igual. Necesidad de parar el tiempo. Retener el instante, conquistar la memoria. Morante se perfiló a matar y se fue detrás de la espada. Estoconazo. Madrid en pie. ¿Había llegado el día? El punto trasera que estaba la espada contuvo la muerte, la retrasó y el descabello hirió la entrega de los corazones. A la tercera. No podía ser. Había sido la faena histórica de Morante y queríamos sacarlo a hombros. Se pidió la oreja no concedida… ¡Qué viva Morante! ¡Gracias José Antonio! Tu cabeza te maltrata, pero tú nos llevas a un paraíso donde se alivia el alma.

En el deslucido y molesto cuarto, Morante salió ya en la muleta con la espada de matar y la faena duró un tris. La ovación se tornó en bronca. Morante rindió a Madrid y eso no hay pitada que lo enturbie y ni pena que lo arrastre.

Como si nos hubieran pegado una paliza emocional estábamos con el segundo, el de Talavante, que fue descastado y el extremeño pasó con discreción.
Algo similar ocurrió con un quinto, noblón y venido a menos, como estábamos nosotros. Talavante se justificó y pasó el trago de Madrid.
Noblón el tercero, con el que Tomás Rufo anduvo más liviano y la cosa no trascendió. Fernando Sánchez volvió a soplar un gran par al sexto de la tarde. No falla. Era el último cartucho de Rufo, que el otro día no se fue a hombros de Madrid por la espada. El de Garcigrande iba y venía con franqueza . Quiso Rufo. La tarde ya no era.
Ficha del festejo
Las Ventas. Décimo séptima de feria. Lleno de «No hay billetes». Toros de Garcigrande, serios. El 1º, exigente y agradecido; 2º, descastado; 3º, noblón; 4º, deslucido; 5º, bajo de raza; 6º, noble y a menos.