Perera de nuevo. Malogra una sólida faena con un bravo fuenteymbro. Ginés da una dividida vuelta al ruedo. Ureña silenciado. Encierro desigual de Gallardo…
Redacción: Jorge Arturo Díaz Reyes
Guapa en su madurez. Con labios de evidente aumento plástico, pelo teñido a mechones y una cara de extravío, se movía con llamativa viveza por la grada baja del tendido uno.
El acomodador le gritaba desde la puerta —señora, siéntese por favor —pues “Amargado”, el bravo de la corrida, el toro de la tarde, corría a pocos metros amenazando distraerse.
—¡Qué, qué! —replicaba ella, como si le hablara en alguno e los doscientos idiomas de uso en China, y seguía en sus inciertos andares. Ignorando las traducciones voluntarias de varios de los vecinos.
El fuenteymbro no la determinó. Al que sí distinguió fue a Perera que le citaba de rodillas desde los medios. A galope se le fue encima para una tanda de corte rocarreyesco con sus cambios espalda-pecho repetidos, y una retahíla de derecha, cambio, natural, cambio y derecha, rematada de abajo arriba. Fue la explosión de la corrida que se perdía en estulticia. Y para peor en una bella tarde primaveral, de cielo purísima y sol de oro. La plaza casi llena se dejó llevar por eso y por lo que siguió. Una faena de valor y bravura signada por la ligazón, el temple y la mano baja.
Todo para Perera, hasta los desvaríos del siete. Al fin parecía que la redondez que el pacense anda buscando sin hallarla, por toda la temporada, se le daba. La plaza en favor de obra. Y el toro, sobre todo el toro. Hasta que vino lo que ya parece marca de la casa. Una ejecución oprobiosa de la suerte suprema. Dos pinchazos descolocados, un aviso, una estocada en guardia y un descabello de eutanasia. La gran ovación para el arrastre sonaba a disculpa y pena ajena.
Ni los aguantes y arrimones espartanos de Ureña, ni las pinturerías de Ginés coronadas con una espontánea y protestada vuelta al ruedo, lograron contener el trasiego de la señora que antes de doblar el quinto al fin encontró lo que al parecer buscaba; la salida. Y tras ella se fueron un montón, pues el frío arreciaba, el cielo no perdía su limpidez, y la tarde se había vuelto a perder en mansedumbres insufribles.
FICHA DEL FESTEJO
Domingo 10 de mayo 2025. Madrid, palza de toros de Las Ventas. Sol. Csi lleno. Ocho toros de Fuente Ymbro, 1 º y 5 º bis de Chamaco, de juego manso , al bravo 4 ovacionado en el arrastre.
Miguel Ángel Perera, silencio tras dos avisos y saludo tras aviso.
Paco Ureña, silencio tras aviso y silencio tras aviso.
Ginés Marín, silencio y vuelta con división.
