Lo mejor del toreo nacional se da cita en el ruedo de El Torero
Gran ambiente espera para las dos corridas de toros de la Feria de Mayo
@rubenvillafraz Fotos: Federico Montes / Aníbal García Soteldo
Pasada la realización de las primeras citas taurinas del calendario nacional, como son las de San Cristóbal (Feria de San Sebastián) y Mérida (Feria del Sol o Carnaval Taurino de América), los ojos del toreo viran por estos próximos días de mayo, a la capital yaracuyana de San Felipe, quien poco a poco, se ha convertido en plaza referencia.
Dos tardes de toros tendrían lugar el segundo fin de semana del quinto mes del año, y para ello se ha amalgamado, dos carteles donde se reúne lo mejor y más granado de la baraja taurina nacional, toreros y ganaderías de primer nivel, que se han justificado con todos los méritos en el ruedo su presencia en la gran cita del toreo en el centro del país, tras el desafortunado destino de cosos cercamos como la Monumental de Valencia, la Plaza de Toros de “la chata de Patarata” de Barquisimeto, la Plaza de Toros de Maracay aun en refacciones, o que no decir del Nuevo Circo de Caracas.
Es así como el comité organizador de la feria, encabezado por el alcalde de la ciudad Roger Daza y el candidato a gobernador, Leonardo Intoci, han logrado encajar en ambas tardes la novedad con la calidad contrastada, para de esta manera asegurar el éxito artístico, como de la misma manera esperemos, el económico.
La portátil Plaza de Toros El Torero, con capacidad, poco más, de mil quinientas personas, cómodamente sentadas en sus graderíos, será el escenario donde toros de las ganaderías, de Carora (Lara) Los Aránguez; de Cocorote (Yaracuy) Campolargo y Yaracal (Falcón) San Antonio, sea despachada por los espadas nacionales carabobeños Eduardo Valenzuela y Manolo Muñoz, el tachirense Antonio Suarez y el rejoneador merideño JoséLuis Rodríguez Agostini.
El primer cartel: la rivalidad del Cabriales se traslada a Sorte
Para el sábado 10, se abre la feria con la lidia de toros de los hierros de Los Aránguez(Jesús Riera) y San Antonio (Edgar Varela), ambos hierros con triunfos contrastados en ruedos nacionales, en especial la última recientemente en la Feria del Sol, donde las primeras figuras de ese cartel, como fueron Miguel Ángel Perera (tres orejas) y SebastiánCastella (una oreja) así como el venezolano Antonio Suárez (dos orejas) le cortarían seis orejas, que bien pudieron ser más, de no fallar con el acero los mencionados coletas.
Por su parte Los Aránguez, encaste santacolomeño de garantía y éxitos a lo largo de más de medio siglo de historia, hace presencia de nuevo en esta feria, con el propósito que sus pupilos borren un poco la decepción que dejaron de la pasada cita emeritense, no asíen San Cristóbal, donde lidiaron una gran corrida, si cabe de las mejores del año en conjunto.
Los espadas actuantes son los valencianos Eduardo Valenzuela y Manolo Muñoz, ambos coletas con gran rodaje por ruedos del Perú estos últimos años, en especial Valenzuela, veterano espada, quien vuelve por arenas nacionales tras varios años de ausencia, enfocado en su campaña por ruedos incas, lo que sirva esta tarde para de nuevo reverdecer interés a aficionados por verle nuevamente en otras plazas donde ha triunfado inobjetablemente, tal es el caso que tomando alternativa en el ruedo de la monumental valenciana en noviembre del 2006 ante toros de la recordada divisa de La Cruz de Hierro, es precisamente en San Felipe donde alcanza su primer gran éxito, ante toros de la divisa de Laguna Blanca, en mayo del 2007, para de nuevo, su nombre de verse de nuevo en los anales del historial de esta cita ferial, en mayo de 2013, según reseña de nuestro buen amigo Víctor Eduardo Ramírez “Vitico”, al indultar al toro «Siempre Listo» de don Juan Campolargo con el hierro de Rancho Alegre.
Y justo un año después, tiene una tarde redonda cortando cuatro orejas y un rabo a un encierro de nuevo de Campolargo, con una gran actuación, voltereta incluida, siendo triunfador de la feria. En esa temporada cuajó un faenón al toro «Indio Salvaje», N° 565 de La Cruz de Hierro, alejándose de los ruedos venezolanos desde el 2017 hasta la presente fecha, donde de nuevo le veremos desplegando su personal Tauromaquia. Precisamente en esta ciudad, tiene registradas 5 corridas toreadas, 12 orejas y 3 rabos (uno simbólico), 1 toro indultado y 4 puertas grandes.
Así mismo el debutante Manolo Muñoz, de la misma manera ha estado estos últimos años por suelo peruano haciendo camino, hasta que finalmente, luego de varios años “tocando las puertas”, se revela en la pasada Feria del Sol como un torero nacional a tomar en cuenta. Su triunfo, disposición y entrega, ante un noble ejemplar de la ganadería de El Prado, le dejaría en la retina de los aficionados que le verían en el redondel merideño, lo que ha reverdecido de nuevo el que, la ciudad de Valencia, a pesar de no contar con plaza de toros activa desde hace casi dos lustros, tenga en estos dos toreros la base para de nuevo reverdecer esa afición que un día hubo, que hay que de nuevo sembrar, y que mejor manera que contando con toreros que lleven en alto el gentilicio de una de las ciudades referencia en el toreo venezolano.
Completa cartel la presencia del rejoneador merideño José Luis Rodríguez Agostini, quien tras un paréntesis de casi 10 años, el pasado año tomaría la firme decisión de volver a los ruedos, los mismos que a lo largo de casi un cuarto de siglo ha encargado de enaltecer, bajo la monturas y riendas de un toreo a caballo sobrio y especialmente puro en su interpretación, como lo dejó en evidencia en su gran actuación de la pasada feria emeritense, si se quiere, la más trascendental desde su vuelta, tras haber pisado ruedos de la importancia de Manizales (Colombia), Tovar, San Cristóbal y por supuesto Mérida, dejando ver una nueva cuadra de caballos toreros de gran nivel y compenetración, a poco que le embista franco y con bravura las grupas.
El cartel de cierre: cuidado con Antonio Suarez, que sabe torear…
La tarde del domingo 11, complementa lo ya señalado líneas atrás, es una combinación acertada en su confección, pues repite a los espadas Manolo Muñoz y José Luis Rodríguez, pero en esta ocasión cierra cartel, tal vez uno de los toreros que mejor interpreta en estos momentos el toreo, como lo es el Medico Otorrinolaringólogo pero matador de toros por vocación como lo es el tachirense Antonio Suárez, quien no sabe en lo que va de año irse de la plaza de toros donde ha actuado, a pie, pues tanto en las arenas de la “Hugo Domingo Molina” de Pueblo Nuevo, como en la “Román Eduardo Sandia” de Mérida ha dejado aroma de toreo caro para ser izado en hombros de los costaleros de oficio.
Los toros serían del hierro de los Herederos de don Juan Campolargo, que pastan acámismo de San Felipe, como es Cocorote, donde se cría y mima, además de preservar el legado de un hombre que con afición y paciencia hizo de esta ganadería referencia en los pueblos de Venezuela para luego, con la experiencia y bagaje aprendido, dar ese salto cualitativo a las grandes plazas del país, donde ha triunfado con la nobleza y bravura que caracteriza sus astados en el ruedo, los mismos donde se han escrito letras doradas del toreo nacional, y que corresponde a su hija, Carmen Rosa, por encima de su difícil temperamento, preservar por el bien de una afición y para orgullo de su recordado padre.