La muerte de un toro de una ganadería extremeña revela la crudeza (y dureza) de la raza de lidia: duró una noche tras esta fotografía
El campo bravo nunca deja de sorprendernos al conocer historias que podrían parecer de otro tiempo. Como ya hemos contado en más de una ocasión se trata de un animal jerárquico que lucha por el poder sin importarle las consecuencias que ello pueda tener para su integridad física. Pese a ser herbívoro su instinto de lucha le hace enfrentarse con sus hermanos de camada por el centro de la manada llegando a tener preferencia a la hora de beber y comer.
El respeto se gana no se regala, eso es algo que llevan marcado a fuego unos animales que tienen inquietos a unos ganaderos que se las ven y se las desean para intentar minimizar las pérdidas en la camada. Unos los corren para cansarlos, otros dividen a los animales en cercas pequeñas e incluso otros meten becerros en los cercados para calmar posibles enfrentamientos. En todas las ganaderías salta la chispa y se producen enfrentamientos pero estas son más constantes en vacadas más altas en sangre.
“El toro es un animal muy sensible, fíjate, que prevé los cambios de presión días antes de que nos pasen, debido a que es un animal poco sociable y con jerarquías poco estables, lo que le hace emprender una lucha por la dominancia” nos comentaba Julio Fernández en una de las múltiples intervenciones que ha tenido este reputado veterinario en este medio. Por desgracia muchos son los toros que mueren en esas duras peleas que se dan a lo largo del año. El último ha sido un ejemplar de la vacada extremeña de Antonio Morán que perdió la pelea con uno de sus hermanos de camada.
Hace tres días le hacíamos esta foto a este precioso toro que gran ilusión esperábamos su lidia para esta temporada, pero nos despertamos con la cara amarga de esta bonita afición. Las luchar jerárquicas nos dejaban con la pérdida de este gran toro, una larga espera de cuatro años para que a pocos meses de su lidia nos encontremos con esto…. En fin , las cosas del toro se podía leer en el día de ayer en las redes sociales de la citada vacada. Una pérdida muy importante para una ganadería que tenía puestas muchas ilusiones en un ejemplar de imponente estampa que no podrá luchar por su vida en una plaza de toros.
Una pelea que, a buen seguro, comenzaría con dos hermanos de camada y acabaría decantándose por uno de ellos tras la intervención de un tercero. Este suele ser siempre el que entra por detrás, desestabilizando al oponente y haciendo que uno de sus toros tome ventaja respecto al otro. Una vez con uno de los toros en clara desventaja se suman el resto, esos que finalizan la pelea tras golpearlo hasta la muerte. En este caso las fundas no han evitado que este cinqueño acabara muerto en uno de los cercados de la explotación.