Redacción: Javier Baquero –JABA–
Lo Bueno
La remodelación de la plaza. Luce moderna y remozada.
Buena pintura, los nuevos cementos incandescentes acompañaron una tarde primaveral.
En el 1o un Gitanillo entregado y con voluntad construyo una faena interesante.
La vara de Reinario Bulla al 2o de la tarde. Firme y sin aspavientos.
La capa del debutante San Román subió de tono el toreo de capa a la mexicana.
Su brindis fue un justo reconocimiento al diestro español Paco Ureña, que ocupaba un lugar en el graderío.
La tradicional banda del municipio de Yumbo, que acompañó el festejo.
Lo variopinta de la novillada.
Los lances de los novilleros colombianos al a limón saludando al 4o.
Ver en los tendidos a dos grandes Toreros presenciando la Novillada, Paco Ureña y Emilio de Justo.
La faena de muleta de San Román al 5o, uno al que entendió y dominó.
Lo Malo
La poca comunicación entre la empresa y los medios de comunicación.
No tendremos a los niños periodistas Jerónimo y Federico pues no fueron acreditados pese a su trayectoria en estas lides.
No hubo cojines en los palcos y el clima cobró con la temperatura del cemento recién reconstruido.
El 2o fue muy parado, aunque sin malas ideas.
La rechifla del público en el tercio de varas, aunque a los astados hay que hormarlos.
El cuarto caminador, con malas ideas en la cabeza.
Lo pesado del ruedo. Mucha arena y bastante suelta. Falta de rodillo.
Lo Feo
Cada día se pierde más el taurinisimo entre los organizadores.
No tenemos la entrada a la plaza, pero nuestros lectores reconocen nuestro trabajo.
Los monosabios no asearon el ruedo luego del paseíllo y se veía bastante desagradable.
La espada desconoció al torero manita y lo puso a pasar malos tragos.
La apariencia del ruedo al mezclarse las arenas grises del pasado y las doradas que sobrepusieron.