Felipe Negret, el Defensor Mayor de las Corridas de Toros

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“No somos unos brutos matando bestias. Pedimos respeto”, dice el gerente de la Corporación Taurina de Bogotá, que se la ganó a Petro

Redacción: Óscar Ritoré – Las 2 Orillas 

Bogotá – Colombia. He conocido a pocos tan comprometidos con su credo como Felipe Negret Mosquera.

Defendió lo indefendible durante una hora de conversación conmigo en todos los tonos: La fiesta Brava.

Me anticipo a contar que conozco a la perfección ese mundillo, porque es eso, un mundo minúsculo,  mi padre Valentín fue un torero español que vivió y murió asilado en Colombia pensando que no había nada más importante en la vida que su fiesta brava, yo en lo particular pienso que hay otras cosas .

Felipe es pausado, metódico, piensa antes de hablar y habla con un acento payanes que delata que viene de una ciudad donde la gente se casa con lo que piensa así este equivocada.

Porqué insistir en un tema que caducó ?…Le pregunto para iniciar una charla laberíntica que nos llevará a hablar de la libertad.

“Porque se nos convirtió en un desafío el asunto. Esto va más allá de seda, sangre y sol, que es a lo que los pasodobles reducen muchas veces a la fiesta de los toros… Esto es un tema de respeto a los derechos de la gente y a la libertad en un país que prohíbe cada vez más cosas…” me dice convencido, mirándome a los ojos detrás de unas gafas de carey que se descuelgan por su nariz.

Felipe ha saludado en esta charla de café a más de 10 personas, todos lo conocen y lo animan con sinceridad a que siga adelante en su empeño de organizar la temporada taurina de Bogotá.

Le apunto que en lo personal, además de bello advierto brutal el espectáculo del que he estado tan cerca…. ”Creo lo mismo, es la arquitectura del acto, así se concibe desde la época De Goya y ha permanecido así hasta la de José Tomás.”. Me dice con certeza.

Felipe Negret dedica 300 días del año a su profesión de abogado y durante 60 se sumerge en una empresa en la que comparte con el ganadero Juan Bernardo Caicedo y su colega Enrique Vargas, todos tienen que soportar muchas veces agresiones y señalamientos.

Abogado rosarista, con dos hijos y una esposa caribe, Negret ha pasado  por todos los estadios de su profesión, se ha especializado en mercadeo, sabe de seguros y es experto en liquidaciones.

A su cargo ha tenido las más complicadas del país, la de Caprecom, El Seguro Social, La aerolínea ACES, West Caribbean, entre otros, todas bien hechas según sus clientes y en tiempo récord.

Es eficiente, tiene un equipo joven de abogados, administradores, economistas que han convertido en una acción fabril este ejercicio delicado, porque como él dice “Cerrar una empresa es más difícil que abrirla”.

Le pregunto por su hermano Carlos, el actual Defensor del Pueblo… ”Augusto es Augusto y Abdon es Abdon” me dice en tono cachaco y al pedirle explicación por el calambur me responde que cada uno en lo suyo, él Carlos no interviene en sus asuntos y Felipe mucho menos en el de uno de los más importantes funcionarios del estado .

Llegó a la fiesta brava porque de niño su papá, un militar que fue alcalde de Popayán lo llevó a una corrida y el pequeño Felipe quedó prendado de eso que vio en el ruedo, un ballet de muerte donde hombre y animal danzan durante 20 minutos en cada faena para producir un final predecible donde en ocasiones muere el hombre.

“Las corridas de toros son la vida misma, hay miedos, desafíos, tristeza, agonía, alegría, espanto, vida y muerte” Manifiesta Felipe tras un  sorbo de un brebaje aromático que le sirvieron y al que no agregó azúcar.

“Corro 10 kilómetros todos los días, desde las 4 de mañana, he convertido mi vida en un ejercicio disciplinado de rutinas que me permite pensar y soportar las agresiones que recibo todos los días por múltiples canales, inclusive personalmente… Los aficionados a los toros por cuenta de la intolerancia de muchos nos hemos convertido sin serlo en enfermos contagiosos, todavía recuerdo ministros nombrados en carteras medioambientales arrepintiéndose públicamente de ir a los toros, una doble moral tremenda”

Felipe no tiene cuentas en canales digitales, se volvieron un suplicio para él, respira profundo para decirme que es exótico que en Colombia se irrespeten tanto los derechos de los demás con el prurito de la defensa a los animales.

“Las personas están en su derecho de asistir o no a este espectáculo, no importan sus características. Esto fue lo que la Corte Constitucional en su sabiduría amparó, los derechos a la libertad de ir donde se quiera y se crea. El debate no ha tenido la profundidad suficiente y se ha quedado en la nata de la muerte del toro en público. “me dice con seguridad.

En este punto lo interrumpo para preguntarle por qué no se transforma el espectáculo, se elimina la sangre y se queda solamente con la Seda (el traje del torero) y el sol (La tarde de toros).

“Esa no es una decisión que puedan tomar los empresarios, nosotros montamos el espectáculo, toro y torero son los actores del evento y el público el patrocinador. No veo a corto plazo a los toreros y a los espectadores queriendo ver otra cosa en los ruedos, si así fuere, así se organizarían las corridas. No somos unos brutos matando bestias en público, no lo era Picasso, García Lorca, no lo es Botero ni Vargas Llosa…”

Los días más tristes de Felipe Negret fueron los de la temporada de 2016 cuando se reabrió la plaza después de un pulso político con el Alcalde Gustavo Petro.

Una colección increíble de desaciertos en la que participaron muchos, entre ellos los que tenían que defender desde sus cargos a los ciudadanos, desencadenó una histeria colectiva que convirtió en cinco tardes  a los defensores de los animales en agresores de seres humanos.

Para completar, una carga de dinamita mató a un policía en una mañana previa a una corrida de toros, acto terrorista adjudicado al ELN, porque esto de la rabia antitaurina cobra sangre también fuera del ruedo.

Lo que sucedió en Bogotá en esos días marcará para siempre a una sociedad que habla de paz pero no la practica…” Creo que esta será mi última temporada como gerente de la Corporación, me comprometí con sus miembros a intentar reabrir la plaza y lo logré y con la afición a recuperar el espectáculo para la minoría que somos.”

Negret cree como tozudo payanes que es, es momento de cortarse la coleta (Acto simbólico del retiro de los toreros) y que otros se encarguen de seguir con el espectáculo. “Eso sí, no me retiro del ejercicio ciudadano de luchar por la libertad y el respeto, lo haré ante el congreso que debe resolver si Colombia envía un mensaje al mundo de libertades o regresa a la época del prohibicionismo.”

Una llamada interrumpe la charla que ya tomó cuerpo, es Felipe Miguel, su hijo quien lo invita a un evento deportivo…” Discúlpame Oscar, esto es lo más importante realmente en la vida, la familia…” se levanta como un resorte y se va despidiéndose de varias mesas, una de ellas de gente que no lo conocen pero le manifiestan su apoyo.

Se va solitario, como lo veo en esto de hacer corridas de toros en un país no taurino al que le interesan más los antitaurinos.

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