Cali Abre Feria Con un Cartel de Altos Vuelos

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La 68ª Feria Taurina de Cali levanta hoy el telón con un cartel de enorme interés y diversidad: los toros de Juan Bernardo Caicedo para el francés Sebastián Castella, Juan de Castilla y el joven salmantino Marco Pérez, en una tarde que promete emoción, técnica y verdad taurina.

Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora – www.enelcallejon.co/ – Web Aliada

Cali – Colombia. A las 4:00 de la tarde de hoy, 26 de diciembre, la plaza de toros de Cañaveralejo vuelve a latir con fuerza propia. Cali abre oficialmente su 68ª Feria Taurina con un cartel que, más allá de los nombres, está concebido como una declaración de principios: variedad de estilos, contrastes generacionales y un encierro nacional que exige oficio, cabeza fría y mando verdadero. La afición caleña, exigente y conocedora, tiene hoy motivos sobrados para acudir al coso con la ilusión intacta.

El hierro de Juan Bernardo Caicedo es el eje ganadero de la tarde. Se espera un encierro bien presentado, de embestidas francas y con ese punto de casta que permite el lucimiento, pero que no regala nada. Toros que piden colocación, temple y firmeza; animales que, bien entendidos, pueden convertirse en aliados del triunfo, pero que mal lidiados sacan a relucir su fondo y complican las faenas. Un encierro, en suma, ideal para medir a los toreros y poner a prueba su capacidad de lectura y dominio.

Abre plaza el francés Sebastián Castella, matador de época, figura consolidada del toreo contemporáneo y conocedor profundo de esta plaza. Castella llega a Cali con la responsabilidad de inaugurar la feria y con el aval de una tauromaquia sólida, basada en el poderío, la verticalidad y el mando sobre la embestida. Su toreo, de muleta baja y pulso firme, está hecho para someter y mandar, para imponer autoridad desde el primer muletazo. En un cartel tan variado, su presencia aporta jerarquía y experiencia, además de la solvencia necesaria para encauzar la tarde desde el inicio.

En segundo turno comparece Juan de Castilla, quien actúa por alternativa, un matiz que añade un componente emocional y simbólico a su actuación. Para el torero colombiano, cada tarde en su tierra tiene sabor a examen definitivo, y hoy no es la excepción. Juan de Castilla representa el esfuerzo, la perseverancia y la madurez ganada a pulso en plazas difíciles. Su concepto, más reposado y clásico, se apoya en el valor sereno, la colocación precisa y la búsqueda del muletazo largo y templado. Frente a los toros de Caicedo, tendrá la oportunidad de refrendar su sitio y conectar con una afición que conoce bien su trayectoria y valora la entrega sin reservas.

Cierra el cartel el joven salmantino Marco Pérez, una de las irrupciones más comentadas de la temporada. Juventud, frescura y ambición se conjugan en un torero que llega con hambre de triunfo y con un concepto que mezcla naturalidad, valor seco y una sorprendente madurez para su edad. Marco Pérez es la incógnita atractiva del cartel, el torero que puede encender la tarde con su desparpajo y su capacidad de asumir riesgos. Para él, Cali es una plaza de impacto, un escenario donde cada muletazo cuenta y donde el triunfo tiene resonancia internacional.

El cartel de hoy es, sin duda, un compendio de alicientes: la figura contrastada, el torero de la tierra en momento clave y la promesa que busca abrirse camino. Tres personalidades distintas frente a un mismo encierro, lo que garantiza una tarde rica en matices, en planteamientos diversos y en emociones cambiantes. El aficionado encontrará técnica, entrega, ambición y, sobre todo, verdad taurina.

Así, con este cartel de apertura, la 68ª Feria Taurina de Cali se presenta fiel a su tradición: exigente, plural y abierta a todas las expresiones del toreo. Hoy no solo se abre una feria; se abre un tiempo de ilusiones, de debate y de pasión, donde cada pase puede marcar el rumbo de los días venideros. Cañaveralejo está lista. El toro sale. El toreo habla.

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