Rincón Vuelve a Vivir: Toreo, Verdad y Libertad

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En una entrevista de gran calado humano y taurino publicada en Cultoro, el periodista David Jaramillo desgrana, con pulso narrativo y rigor, el sentido del regreso de César Rincón a los ruedos. No es solo la vuelta de un mito, es la reivindicación de la memoria, la libertad y la supervivencia del toro bravo en tiempos adversos.

Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora – www.enelcallejon.co/ – Web Aliada

Arbeláez – Colombia. Hay entrevistas que informan y otras que trascienden. La conversación que David Jaramillo sostiene con el Maestro César Rincón, publicada en www.cultoro.es, pertenece sin duda a este segundo grupo. No se limita a recoger declaraciones ni a ordenar recuerdos: construye un relato con alma, con contexto, con profundidad histórica y con un claro entendimiento del lenguaje taurino. Jaramillo no entrevista; dialoga. Y en ese diálogo, el toreo vuelve a explicarse a sí mismo.

El punto de partida no podía ser otro que el acontecimiento que sacudió los cimientos del escalafón y de la memoria colectiva: el regreso apoteósico de César Rincón el 12 de octubre en la Plaza de Las Ventas de Madrid. La “catedral del toreo” fue testigo de algo más que un triunfo artístico: presenció la resurrección de un torero que parecía haberlo dicho todo y que, sin embargo, aún tenía una verdad pendiente que expresar. David Jaramillo sitúa ese hecho con precisión periodística y sensibilidad taurina, entendiendo que Madrid no fue un episodio aislado, sino el detonante de un nuevo capítulo vital.

Desde ahí, la entrevista se convierte en un recorrido íntimo por las motivaciones profundas del Maestro. Rincón confiesa que la llamada de Morante de la Puebla fue, inicialmente, una sorpresa. Jaramillo sabe leer entre líneas y permite que el propio torero explique ese tránsito silencioso entre la duda y la fe, entre el entrenamiento íntimo y la recuperación de la ilusión. El periodista no interrumpe el ritmo emocional del relato; lo acompaña. Por eso el lector comprende que el triunfo en Las Ventas no solo cambió su agenda, sino su vida entera: “Volví a vivir, a soñar, a ilusionarme”.

El gran acierto del trabajo de David Jaramillo es conectar ese triunfo europeo con su consecuencia natural: el regreso de César Rincón a Colombia. Cali y Manizales no aparecen como plazas circunstanciales, sino como territorios simbólicos donde el toreo se cruza con la identidad, la memoria y la resistencia cultural. El periodista subraya, con preguntas bien dirigidas, que este retorno tiene un destinatario claro: la afición joven, aquella que nunca vio torear a Rincón en plenitud, como ocurrió también en Madrid con una generación nueva que solo conocía al mito por referencias.

En boca del Maestro, y gracias a la conducción precisa de Jaramillo, el regreso se transforma en un acto de afirmación: una defensa abierta de la libertad. Libertad para elegir una forma de vida, para sostener una tradición minoritaria pero legítima, para existir sin ser señalados. La entrevista no esquiva el conflicto actual de la tauromaquia; lo afronta con argumentos, con serenidad y con una carga ética que el periodista sabe destacar sin sensacionalismo.

Uno de los momentos más logrados del texto es cuando David Jaramillo conduce la conversación hacia Cañaveralejo. Allí, la entrevista se vuelve casi crónica histórica. Rincón revive su primera novillada en Cali, el viaje en flota desde Bogotá, la falta de dinero, el bus varado en el Alto de la Línea, el sorteo ya hecho a su llegada, el cambio apresurado, la incertidumbre. El periodista permite que la anécdota respire, consciente de que en esos detalles se forja la verdad de un torero. No hay épica impostada: hay autenticidad.

Jaramillo también sabe detenerse en los hitos que marcaron la carrera del Maestro en esa misma plaza: el toro ‘Año Nuevo’ de Luis Castro, el 31 de diciembre de 1989, el apoderamiento de Luis Álvarez, el salto definitivo a Europa. El lector entiende que Cali no es solo una fecha en el calendario, sino un eje vertebrador de toda una vida profesional. De igual forma, el periodista rescata con tino los recuerdos junto a Pepe Cáceres, el respeto al maestro inalcanzable convertido en compañero de cartel, y el significado profundo de compartir triunfos con él.

La entrevista alcanza uno de sus pasajes más conmovedores cuando se aborda el drama de Palmira. David Jaramillo no busca el morbo, sino el sentido. Rincón recuerda el percance de 1990, la arteria femoral rota, la cercanía real de la muerte. “Volví a nacer”, dice el torero. Y el periodista entiende que ese hecho explica muchas cosas: la relación espiritual con Cali, con el Valle del Cauca, con la vida misma. Todo encaja. Todo tiene porqué.

En el tramo final, Jaramillo ejerce con solvencia su papel de periodista comprometido con la actualidad taurina al preguntar por la situación de la Feria de Cali y el esfuerzo de la empresa ToroVive. Rincón responde con claridad, respaldando una iniciativa que resiste en medio del asedio. El cartel del 29 de diciembre, junto a Sebastián Castella y Marco Pérez, se presenta no solo como un atractivo artístico, sino como un acto de coherencia y solidaridad con una afición que no se rinde.

La entrevista se cierra con una reflexión de alto voltaje sobre la ganadería Las Ventas del Espíritu Santo y el futuro del toro de lidia. Aquí, David Jaramillo demuestra su olfato periodístico al llevar la conversación más allá del caso personal. La reducción del hato, la presión económica, la amenaza de prohibición definitiva y, sobre todo, el riesgo real de desaparición del toro bravo, quedan expuestos con crudeza. Rincón lanza un llamado a la cordura, al conocimiento, a la comparación honesta de hábitats y realidades productivas. Y el periodista deja que el mensaje cale, sin adornos innecesarios.

El resultado es una pieza periodística sólida, humana y profundamente taurina. David Jaramillo logra que César Rincón no solo hable del pasado, sino que dialogue con el presente y advierta sobre el futuro. En tiempos de simplificación y consignas fáciles, esta entrevista reivindica el periodismo que escucha, contextualiza y entiende el toreo desde dentro.

Porque, como queda claro en cada línea, la tauromaquia no es solo un espectáculo: es cultura, memoria y libertad. Y cuando un Maestro de la talla de César Rincón encuentra un periodista capaz de interpretar su palabra con respeto y profundidad, el resultado es un testimonio que trasciende la noticia y se convierte en documento.

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