Defensores de la tauromaquia denuncian que la prohibición afectará comunidades, oficios tradicionales y la supervivencia del toro bravo
La Plaza México ha suspendido la celebración de corridas y novilladas, alegando que la nueva legislación aprobada por el Congreso de la Ciudad de México impide legalmente continuar con dichos festejos. Esta decisión ha encendido las alarmas entre defensores de la fiesta brava, quienes advierten sobre graves consecuencias culturales, económicas y medioambientales.
Bajo el lema “Vive libre”, toreros, ganaderos y aficionados convocaron hoy a una marcha desde el Palacio de Bellas Artes para manifestarse contra la prohibición. Alegan que no solo se trata de preservar una tradición con casi cinco siglos de historia, sino de defender miles de fuentes de empleo.
Una cadena laboral en peligro
El matador Arturo Macías “El Cejas” advirtió que la prohibición amenaza más de 35 mil empleos directos y pone en riesgo industrias relacionadas como hotelería, restauración y ganadería. “Estas regulaciones representan la muerte de una especie; el toro de lidia existe gracias a una tradición de 499 años”, subrayó.
Según la Unión de Empresarios Taurinos de México, la cadena laboral afectada incluye desde matadores, ganaderos, sastres y músicos, hasta vendedores ambulantes, mozos de espadas y personal de limpieza. A ello se suman otros 80 mil empleos indirectos que giran en torno a los festejos en la capital.
Cuestionan legalidad de la nueva ley
Toreros y novilleros han interpuesto amparos para impugnar la nueva ley, que consideran inconstitucional. El abogado César Cantoral Cárdenas, de Tauromaquia Mexicana capítulo CDMX, criticó la norma por ser aprobada “sin análisis técnico ni consulta pública” y por invadir facultades federales al restringir derechos como el trabajo y el acceso a la cultura.
Por su parte, el rejoneador Emiliano Gamero denunció que el tema ha sido politizado: “Esto es una barbaridad disfrazada de legislación”, declaró.