De Justo corta oreja del cuarto. Tomás Rufo vuelta al ruedo con el gran sexto y Roca Rey silenciado. Encierro repartido...
Redacción: Jorge Arturo Díaz Reyes
MADRID / 13ª SAN ISIDRO – 23 V 2025 – Del cinqueño y bien armado encierro de Victoriano del Rió solo tres toros honraron su empaque. Un muy encastado y exigente primero, otro, el cuarto, a más con fondo noble, y el bravo castaño que cerró plaza. “Alabardero”, número 85 de 575 kilos. Aquellos, aplaudidos al arrastre, y este ovacionado, pese a su no mucho poder. De los demás mejor no hay que hablar.
Ninguno de los buenos le tocó al que puso el cartel de “No hay billetes” apenas anunciado. Pero lo cierto es que Roca Rey no estuvo tampoco como en sus épicas tardes en que igual armaba el escándalo con o sin embestidas, con o sin bravura, con o sin fuerza. No. Ni sus quites fueron tan coloridos y barrocos ni sus faenas tuvieron ese pasmo de quietud, proximidad y sorpresa que le han convertido en motor y restaurador económico de la fiesta. En Hamelín que ha traído tras de sí a la nueva generación a las plazas. Hoy, desdibujado, tuvo el momento de mayor impacto en el público con su brindis del inútil quinto, a la presidenta de la Comunidad de Madrid, doña Isabel Díaz Ayuso, defensora y promotora de la fiesta, quien, por la salpicada ovación comprobó tener gran popularidad entre la concurrencia, aunque no unánime, hay que decirlo. De resto, la actuación del limeño con el venido a menos segundo y con el inválido y rajado quinto, no fue ni la sombra.
Emilio de Justo cortó una oreja del dócil cuarto con una estocada pasada tras un epílogo al natural que valió por toda la faena. De haber querido se hubiese podido llevar otra del primero con el que no se avino ni a trapo ni a hierro. Tomás Rufo descubrió las virtudes del gran sexto, mucho después de cuando los correctores de oficio le habían exigido y exigido que se pusiese, Fue entonces cuando tras cortas series de menor vatiaje, ligó en jurisdicción esos seis naturales, el molinete y el de pecho que pusieron a todos de acuerdo. Los cinco ayudados bajos y el natural final fueron de libro. La gente con él, todo listo para pelo. Más dos pinchazos y una estocada letal dejaron la cosa en una vuelta de mucho sombrero y gorra.
Dos aclamados tercios de banderillas, en el tercero y el sexto, y en ambos Fernando Sánchez con su desparpajo, saludando solo primero y acompañado de Sergio Blasquez después. Pero por sobre todo Alabardero que se puso a la altura de si pariente “Frenoso” del otro día.
Ninguno de los buenos le tocó al que puso el cartel de “No hay billetes” apenas anunciado. Pero lo cierto es que Roca Rey no estuvo tampoco como en sus épicas tardes en que igual armaba el escándalo con o sin embestidas, con o sin bravura, con o sin fuerza. No. Ni sus quites fueron tan coloridos y barrocos ni sus faenas tuvieron ese pasmo de quietud, proximidad y sorpresa que le han convertido en motor y restaurador económico de la fiesta. En Hamelín que ha traído tras de sí a la nueva generación a las plazas. Hoy, desdibujado, tuvo el momento de mayor impacto en el público con su brindis del inútil quinto, a la presidenta de la Comunidad de Madrid, doña Isabel Díaz Ayuso, defensora y promotora de la fiesta, quien, por la salpicada ovación comprobó tener gran popularidad entre la concurrencia, aunque no unánime, hay que decirlo. De resto, la actuación del limeño con el venido a menos segundo y con el inválido y rajado quinto, no fue ni la sombra.
Emilio de Justo cortó una oreja del dócil cuarto con una estocada pasada tras un epílogo al natural que valió por toda la faena. De haber querido se hubiese podido llevar otra del primero con el que no se avino ni a trapo ni a hierro. Tomás Rufo descubrió las virtudes del gran sexto, mucho después de cuando los correctores de oficio le habían exigido y exigido que se pusiese, Fue entonces cuando tras cortas series de menor vatiaje, ligó en jurisdicción esos seis naturales, el molinete y el de pecho que pusieron a todos de acuerdo. Los cinco ayudados bajos y el natural final fueron de libro. La gente con él, todo listo para pelo. Más dos pinchazos y una estocada letal dejaron la cosa en una vuelta de mucho sombrero y gorra.
Dos aclamados tercios de banderillas, en el tercero y el sexto, y en ambos Fernando Sánchez con su desparpajo, saludando solo primero y acompañado de Sergio Blasquez después. Pero por sobre todo Alabardero que se puso a la altura de si pariente “Frenoso” del otro día.
FICHA DEL FESTEJO
Viernes 23 de mayo 2025. Madrid, Plaza de toros de Las Ventas. Sol. Cartel de “No hay billetes”. Seis toros de Victoriano del Río y de Cortés, bien presentados y de diverso juego, aplaudidos en el arrastre, primero, cuarto y sexto ovacionado.
Emilio de Justo, silencio tras aviso y oreja.
Roca Rey, silencio y silencio tras aviso.
Tomás Rufo, silencio tras aviso y vuelta al ruedo.
Incidencias: Se desmonteraron, Fernando Sánchez en el tercero y Sergio Blasquez y Fernando Sánchez en el sexto.