La Ley de la Espada

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El Mene da vuelta tras la lidia del 5°. Foto: Las Ventas

El Mene da una vuelta al ruedo. Fabio Jiménez saluda y Bastos aplaudido. Encastados utreros del Conde de Mayalde… 

Redacción: Jorge Arturo Díaz Reyes
20 V 2025 – De las cinco, las dos de El Mene a “Entrenador” el segundo y a “Chorlito” el quinto. Ambas como debe ser, desde que el volapié fue alivio canonizado. Citando, en corto, por derecho, dejándose ver, volcándose en la cuna, y el acero completo en la cruz, derribando de una. Las otras tres, una baja, otra pasada y otra de través también letales, no requirieron otros viajes ni uso de cruceta. Quizá no hubo una sexta porque el cuarto, se murió caminando, se tiró en los medios irremediablemente y hubo de ser apuntillado con la venia de Usía.


Sin embargo, sonaron tres avisos, tres. De a uno en uno, en el cuarto, quinto y sexto novillos. No por la espada, sino por la redundancia en el tiempo de las faenas, mal del siglo, diseminado por las figuras de las cuales aprenden las nuevas generaciones. Manes de don Enrique Ponce. Y es que la casta de los mayalde también dio para ello, pues al no poder ser dominada y redondeada por la lidia, impelía a los jovenes a prolongar la búsqueda de lo que no hallaban hasta el agotamiento del tiempo reglamentario.

De los arrastres, cinco aplaudidos, al segundo, gran ovación y por supuesto abroncado el muertoparado cuarto. Como es de uso en las novilladas, toreros en proceso, hubo de todo, perfección imperfección, colocación descolocación, temple destemple, mando y desmando, en las mismas faenas y aun en las mismas tandas. Y el sector sapiens-sapiens del público, no tuvo la tolerancia que se permite con los toreros lóngevos. Está bien. La letra con sangre entra. Aunque a ratos el rigor parecía saña.

Tras la faena de El Mene al quinto. Hubo petición de oreja importante, no mayoritaria ciertamente, pero sí pañuelera y ruidosa. Don Ignacio San Juan Rodríguez, en uso de sus facultades legales y considerando el reglamento se guardó su pañuelo. Pero cuando el electorado no atendido sacó a saludar al purista zaragozano, la inquisición protestó a todo pulmón, y el novillero volvió sobre sus pasos a las tablas sin saludar. Entonces la mayoría redobló la petición y el renunciante volvió, saludó y cuando se disponía a satisfacer el pedido de vuelta al ruedo, Otra vez la cátedra al abordaje, y otra vez los que no les comen cuento al contraataque, obligando la vuelta que fue muy celebrada, por cierto. Con uno que otro braceo de ahogado. La típica pasión y polarización del púbico venteño. Lo importante es que hablen de uno, decía Luis Miguel.

El riojano Fabio Jiménez saludó tras la lidia del primero la única que pudo completar, en la que destacaron su lentitud y temple a la Verónica y cuatro naturales de singular compostura. El portugués Tomás Bastos, anduvo más peleador que artista con su noble, aunque no sumiso lote. Otra bella tarde y la plaza con unos tres cuartos de atenta entrada. Buen encierro.

FICHA DEL FESTEJO

Martes 20 de mayo 2025. Madrid, Plaza de toros de Las Ventas. Sol. Tres cuartos de aforo. Seis utreros de Conde de Mayalde, bien presentados y encastados. Ovacionados cinco en el arrastre.
Fabio Jiménez, Saludo y silencio.
“El Mene”, silencio y vuelta al ruedo tras petición de oreja.
Tomas Bastos, palmas y silencio.

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