La antepenúltima tarde de la Feria de Abril se fue sin ecos. Por eso, las dos únicas orejas cortadas, una por Daniel Luque y otra por Tomás Rufo, poco  cambiaron la percepción de una corrida gris por el pobre fondo del encierro de Garcigrande, que arruinó una cita colmada de expectativas y lleno hasta las banderas.

Todo comenzó a las siete en punto de la tarde con un Morante en Morante en el capote del primero: chicuelinas verónicas, delantales, largas…Aunque eso fue todo, porque el toro flojeó en la muleta y, luego, se paró. Saludo.

Rebrincado pasó su segundo en el capote, mal signo. En la recta final, no cambió mucho el de Garcigrande, además de tornarse reservón. El de La Puebla hizo el esfuerzo, no exento de detalles e intentos por cuajar otra obra en esta, su Feria. La gente se lo agradeció. Pinchazo.

Al segundo, que se fue pronto a las tablas y protestó sin piedad,  Luque le supo administrar sus inciertos viajes a punta de  poder y en corto, hasta dejar la sensación de que el toro valía algo, honradez del de Gerena. Entera, petición sin trofeo y vuelta.

El mismo Luque ayudó al quinto para que echara adelante, llevándolo muy empapado en su poderosa muleta. El de Garcigrande terminó por entregarse y Luque se hizo dueño de los terrenos. Oreja a la voluntad.

Maratónica sesión de capa fue la de Tomás Rufo para recibir el tercero. Luego, de rodillas inició la labor de muleta, con el toro al galope y la plaza del lado del nacido en Talavera de la Reina. Limpieza y temple, aunque escasa profundidad frente a un toro pronto y franco.  Entera, saludo.

El sexto quiso escapar pero, con acierto, Rufo le supo tapar la salida con la muleta, para terminar ligando series en las que la inercia le sirvió de aliada al torero. A más, la lidia fue ganando puntos en una Maestranza ansiosa de trofeos. Oreja de cariño.

Toros de Garcigrande

Desiguales en presentación y comportamiento

Pesos: 529, 539, 529, 511, 560 y 555 kgrs

Flojo y parado fue el primero. Segundo, manso. Tercero, boyante, palmas. El cuarto, otro manso. El quinto tuvo movilidad. El sexto no dejó huella.

Morante de la Puebla

Obispo y azabache