
Los 19.428 abonados de Otoño confirman que Plaza 1 acertó con la política de precios, que devuelve a Las Ventas el espíritu monumental.
Plaza 1 acaba de firmar un dato histórico: 19.428 abonados en la Feria de Otoño, el mejor registro de los últimos quince años y uno de los más altos desde que Las Ventas abrió sus puertas. Una cifra que no es casualidad ni estadística desnuda: responde a una política de precios discutida, criticada y hasta combatida, pero que hoy se revela como un acierto indiscutible.
La estrategia fue clara desde el principio: premiar al abonado y liberalizar los precios para el comprador de entradas sueltas. Se escucharon reproches, se habló de encarecimiento y de barrera económica, pero la realidad es que esa diferencia económica —tan acusada como calculada— actuó como incentivo. La fidelidad se volvió rentable, y el resultado es que desde 2016 el número de abonados ha crecido un 25 por ciento. En plena era de incertidumbre cultural, con dos años sin abonos por la pandemia, el público ha respondido con un compromiso a prueba de crisis.
Y aquí surge la pregunta inevitable: ¿qué diría Joselito el Gallo si levantara la cabeza?Probablemente encontraría en Las Ventas de hoy el eco de su idea de plazas monumentales: recintos capaces de sostener a la fiesta con el peso de las multitudes. No todo su sueño se ha cumplido —la democratización plena de los precios sigue pendiente, pero para eso se inventaron los tendidos—, pero sí la esencia de su planteamiento: una plaza grande, con un público masivo y comprometido, que se sitúa como el tercer recinto en afluencia de público en Madrid, solo por detrás del Bernabéu y del Metropolitano.
Lo que parecía más difícil, está hecho: en Las Ventas ha vuelto a taparse el cemento. Ahora queda un reto que tampoco va a resultar nada fácil, que es el de la ‘educación’ taurina de los nuevos abonados que no han tenido abuelos, padres o tíos que los introdujesen en la cultura del rito, en las formas, en la liturgia y en el concepto. Poco a poco.
En tiempos donde el toreo necesita certezas, los casi 20.000 abonados de la Feria de Otoño son más que una cifra: son la prueba de que la fidelidad se premia, la plaza se fortalece y la visión monumental de Joselito sigue latiendo en la arena de Las Ventas. Lo demás, como todo, sigue estando en nuestras manos, siempre que asumamos que también es nuestra responsabilidad evolucionar con el paso del tiempo. ¿O se siguen viendo muchos Seat 600 por las calles de Madrid…?




















