La Plaza de Toros de Cali abre hoy su 2ª Corrida de Feria con un cartel de alto voltaje taurino: Román Collado, Joaquín Galdós y Javier Zulueta se miden a un encierro de Campo Real, ganadería triunfadora del año anterior, en una tarde que promete verdad, emoción y ratificación de jerarquías.
Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora – www.enelcallejon.co/ – Web Aliada
Cali – Colombia. La 2ª Corrida de Feria Hoy en Cali no es una fecha más en el abono: es una cita con la autenticidad del toreo, con la casta brava bien definida y con toreros que llegan en momentos decisivos de sus respectivas trayectorias. El cartel, atractivo y equilibrado, conjuga experiencia contrastada, triunfos recientes y la ilusión legítima de una nueva esperanza de la fiesta. Todo ello, bajo el imponente sello de Campo Real, hierro que ya dejó huella el año pasado y que hoy regresa al redondel caleño con la responsabilidad de ratificar su prestigio.
La ganadería de Campo Real, asentada en inmediaciones de Cartago, Valle del Cauca, vuelve a Cali tras su triunfo legítimo en la feria anterior, avalada por un encaste de personalidad marcada: Santacoloma – Saltillo mexicano, combinación que exige toreros firmes, con sitio, lectura clara de las embestidas y capacidad para entender un toro que no regala nada. No es ganado de trámite ni de faena prefabricada; es toro para medir pulso, temple y verdad.
Abre la terna el valenciano Román Collado, hoy bajo el apoderamiento del maestro Luis Bolívar, en una etapa de madurez profesional que lo ha llevado a reencontrarse con su mejor versión. Román llega a Cali con el crédito intacto y el aval de una actuación sobresaliente en su tierra: Valencia, 19 de marzo de 2025, donde salió por la Puerta Grande en la última corrida de la feria, mostrando ese toreo vertical, sincero y de muleta asentada que lo caracteriza. Su presencia en Cali no es casual: es una apuesta por un torero que sabe plantarse, aguantar miradas y someter voluntades, cualidades indispensables frente a un encierro de estas hechuras.
En el centro del cartel aparece el diestro peruano Joaquín Galdós, torero de concepto clásico, valor sereno y cabeza fría, que llega tras una verdadera maratón triunfal en agosto: los días 15, 16 y 17, enlazando actuaciones de éxito en Cenicientos, Cebreros (España) y posteriormente en ruedos peruanos. Galdós es torero de fondo, de esos que crecen con el compromiso y que saben leer el toro desde el primer muletazo. Su paso por Cali despierta expectación, especialmente por su capacidad para cuajar faenas largas, de trazo limpio y profundo, cuando el toro se lo permite.
Cierra la terna una de las grandes esperanzas actuales de la tauromaquia, el sevillano Javier Zulueta, nombre que ya encandiló a Sevilla antes incluso de tomar la alternativa. El pasado 28 de septiembre, en la feria de San Miguel, recibió su borla de matador de toros en un cartel de enorme simbolismo, con Morante de la Puebla como padrino y Andrés Roca Rey como testigo, lidiando ejemplares de Núñez del Cuvillo. Zulueta llega a Cali con la frescura del recién doctorado, pero con una personalidad definida, un concepto estético marcado y una naturalidad que conecta con el tendido. Hoy tiene la oportunidad de confirmar que lo suyo no es promesa pasajera, sino proyecto serio de figura.
La Plaza de Toros de Cali, escenario histórico y exigente, será juez implacable. Aquí no basta con el nombre ni con el antecedente: hay que poder y querer, someter al toro desde el capote, administrar los tiempos de la faena y ejecutar con verdad la suerte suprema. La afición caleña, conocedora y sensible, espera una tarde de emociones auténticas, de toros con presencia y de toreros que se jueguen algo más que la estadística.
La 2ª Corrida de Feria se anuncia, así, como una tarde de alto contenido taurino, donde Campo Real busca consolidarse como ganadería de referencia en la feria y donde Román, Galdós y Zulueta se juegan crédito, futuro y posición. Hoy Cali no solo asiste a un festejo: asiste a un capítulo que puede marcar la feria, escrito con casta, entrega y verdad.
