César Rincón, Palabra de Maestro Antes de Cali

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En un conversatorio íntimo y de alto calado taurino, César Rincón regresó a Cali no solo como figura histórica, sino como conciencia viva del toreo. Sus reflexiones sobre el arte, el miedo, la bravura y la evolución del toro marcaron un preámbulo profundo y emotivo para el inicio de la Feria Taurina de Cali 2025.

Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora – www.enelcallejon.co/ – Web Aliada

Ubaté – Colombia. En la antesala de una nueva edición de la Feria Taurina de Cali, cuando la ciudad comienza a latir nuevamente al compás del clarín y el paseíllo, la palabra cobra un valor tan profundo como el muletazo. En ese contexto de expectación, memoria y futuro, la afición caleña se congregó para escuchar a una voz autorizada, a un torero que no solo marcó una época, sino que transformó la manera de entender el valor, la verdad y la entrega en el ruedo. El conversatorio con el maestro César Rincón se convirtió así en un acto de reflexión taurina, un espacio de pensamiento y emoción que sirvió como antesala espiritual y conceptual al inicio de la Feria Taurina de Cali 2025.

CONVERSATORIO CON EL MAESTRO CÉSAR RINCÓN, PREÁMBULO AL INICIO DE LA FERIA TAURINA DE CALI 2025

A pocos días del inicio de la Feria Taurina de Cali 2025, la afición vallecaucana tuvo el privilegio de reencontrarse con una de las figuras más determinantes de la historia del toreo moderno: el maestro César Rincón. El escenario fue un conversatorio cercano, sincero y profundamente taurino, organizado como antesala espiritual e intelectual a la fiesta brava que cada diciembre convoca a Cali alrededor del toro de lidia.

Lejos de la solemnidad rígida y más cerca de la conversación entre aficionados, el encuentro permitió escuchar a Rincón desde una dimensión poco frecuente: la del artista reflexivo, el torero que mira hacia atrás sin nostalgia vacía, pero también hacia adelante con lucidez crítica sobre el presente y el futuro de la tauromaquia.

Desde sus primeras palabras, el maestro dejó claro que su vínculo con Cali no es circunstancial. Aquí, como él mismo recordó, “nació como torero”, cuando siendo apenas un novillero llegó con su padre en condiciones precarias, viajando de pie, con el traje de luces y los capotes como único equipaje, para vestirse por primera vez en esta plaza. Aquel día, marcado por el sacrificio y la ilusión, fue también el inicio de una carrera que cambiaría para siempre la historia del toreo americano.

El eje central del conversatorio giró alrededor de una pregunta que caló hondo en el público: ¿qué batalla transforma más a un torero-artista: el toro, ¿el miedo o la enfermedad?
La respuesta de Rincón no fue épica en el sentido superficial, sino honesta y profundamente taurina. Para él, fue la tauromaquia misma la que lo moldeó día a día, exigiéndole superación constante, entrega absoluta y una pasión que muchas veces estuvo por encima del concepto clásico de artista.

Con humildad poco común en una figura de su dimensión, Rincón reconoció que su carrera estuvo más marcada por la entrega y la verdad que por la inspiración estética pura. Sin embargo, reivindicó el momento actual del toreo como uno de los más ricos de la historia, destacando la creatividad contemporánea, la diversidad de interpretaciones y la evolución técnica de la lidia. Admiró abiertamente a toreros actuales como Morante de la Puebla y Andrés Roca Rey, símbolos de una tauromaquia que dialoga entre el arte, la emoción y la exigencia del público moderno.

Uno de los pasajes más técnicos y reveladores del conversatorio fue su análisis sobre el toro de hoy y el trabajo en el campo. Tras su regreso a las ganaderías, Rincón señaló un cambio sustancial en los criterios de selección: hoy se privilegia la durabilidad de la embestida, la calidad y la casta, por encima del castigo prolongado en el caballo. Las becerras, explicó, se prueban con menos entradas al caballo y se analizan directamente en la faena, proyectando su comportamiento hacia el toro cuatreño que llegará a la plaza.

Este enfoque, según el maestro, ha transformado la manera de entender la bravura y ha enriquecido la lidia moderna, permitiendo faenas más largas, ligadas y profundas, donde el toro pasa “cien veces” por la muleta, no quince, como antaño. Una evolución que exige mayor técnica, mayor temple y una lectura inmediata del animal, virtud que siempre caracterizó a Rincón en su etapa activa.

El conversatorio cerró con un emotivo homenaje a la memoria taurina. El periodista y cronista Alejandro Aguirre entregó al maestro un afiche histórico de su mano a mano con José Ortega Cano, recordando tardes gloriosas como la Beneficencia de Madrid en 1991, cuando Rincón consolidó su dimensión universal frente a la realeza, el público y la historia. El maestro evocó aquellas corridas con emoción serena, rindiendo también tributo a ganaderías emblemáticas y a los criadores que entendieron el toro como eje esencial de la fiesta.

Más que un acto protocolario, este conversatorio se convirtió en un acto de afirmación taurina. En tiempos de cuestionamiento y resistencia, la palabra de César Rincón sonó como una defensa desde la verdad, la ética del riesgo y la belleza del rito. Cali no solo abrió simbólicamente su Feria Taurina 2025; reafirmó su identidad como plaza con memoria, criterio y afición viva.

La voz del maestro no fue la de la nostalgia, sino la de la experiencia. Y en esa voz, el toro volvió a ser centro, arte y destino.

Aquí el conversatorio completo, cortesía de www.voyalostoros.com

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