Toro Vive Sella la Feria de Cali 2025 con Trofeos de Peso y Justicia Taurina

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Toro Vive cerró la Feria Taurina de Cali 2025 con una entrega de trofeos marcada por el rigor, la equidad y el reconocimiento al mérito integral: toreros, ganadería y cuadrillas fueron exaltados por una feria que dejó argumentos sólidos de bravura, temple y verdad en el ruedo.

Redacción: Héctor Esnéver Garzón Mora

Cali – Colombia. Al caer el telón de la Feria Taurina de Cali 2025, Toro Vive rubricó el ciclo con la entrega de sus trofeos oficiales, un acto que no solo premió actuaciones puntuales, sino que puso en valor el conjunto de una feria exigente, medida con baremos técnicos y taurinos que honran la liturgia del toreo grande. Los galardones, esperados por aficionados y profesionales, reflejaron una lectura profunda de lo acontecido en el ruedo de Cañaveralejo, donde la emoción se sostuvo sobre pilares de bravura, entrega y conocimiento del oficio.

El Trofeo “Señor de los Cristales”, máximo reconocimiento de la Feria de Cali, fue concedido ex aequo a Luis David y Jesús Enrique Colombo, decisión que habla de la altura artística y la dimensión torera alcanzada por ambos en la última corrida del serial. No fue un premio de compensación, sino de justicia: dos conceptos distintos, dos formas de entender el toreo, confluyeron en una misma cota de excelencia. Luis David, con su tauromaquia de temple sostenido, pulso firme y muletazos cosidos al ritmo del toro, supo imponer gobierno y claridad en los embroques. Colombo, por su parte, volvió a demostrar su capacidad para encender la plaza desde el compromiso absoluto, la entrega sin reservas y una conexión directa con los tendidos, sustentada siempre en el poderío y la colocación.

En el apartado ganadero, el protagonismo fue indiscutible para el hierro de Salento, que se alzó con dos de los reconocimientos más codiciados del ciclo. El premio al mejor toro de la feria recayó en “Belén”, número 170, con 540 kilogramos, lidiado en cuarto lugar por José Arcila el martes 30 de diciembre. “Belén” fue un toro de nota alta, con presencia, trapío y una bravura definida desde el primer tercio, pero que era, como es natural en el bravo mucha exigencia. Empujó en el caballo y pidió carnet con su condición. Un toro que honró su casta y dejó constancia de que la emoción auténtica nace de la integridad y que la complejidad incurre en la profunde e indescifrable bravura.

Ese mismo encierro llevó a Salento a recibir el reconocimiento por haber lidiado el mejor encierro del ciclo, distinción que no se concede a la ligera. Regularidad en el comportamiento, movilidad, fondo de bravura y opciones para el lucimiento fueron las claves de una corrida que marcó el pulso ganadero de la feria y reafirmó la importancia de apostar por hierros que prioricen la casta y la seriedad.

Los premios a la lidia completaron un cuadro de honores que reconoció el trabajo silencioso pero decisivo de las cuadrillas. Jhon Jairo Suaza “Chiricuto” fue elegido mejor subalterno a pie, distinción que premia una feria de solvencia, colocación exacta, brega eficaz y capacidad para poner al toro en suerte en cada tercio. Su labor, medida y precisa, fue un ejemplo de profesionalismo al servicio del lucimiento del matador y del buen orden del festejo.

En el mismo nivel de reconocimiento se ubicó Efraín Ospina, distinguido como mejor subalterno a caballo. Su desempeño en varas destacó por la reunión en la suerte, la dosificación del castigo y el respeto por el toro bravo, entendiendo el primer tercio como fundamento del espectáculo y no como mero trámite. Ospina dejó constancia de que el tercio de varas, bien ejecutado, es columna vertebral de la lidia moderna.

La entrega de trofeos de Toro Vive al cierre de la Feria de Cali 2025 no fue un simple acto protocolario. Fue, más bien, una declaración de principios: premiar la verdad, la técnica y la emoción sincera. En tiempos donde la tauromaquia exige argumentos sólidos para sostener su vigencia cultural, Cali respondió con una feria que apostó por el toro íntegro, el torero comprometido y la cuadrilla profesional.

Así, con estos reconocimientos, la Feria Taurina de Cali 2025 queda inscrita como un ciclo de peso, donde el equilibrio entre bravura y arte encontró su mejor expresión. Toro Vive, al otorgar sus trofeos, no solo cerró una feria: dejó un mensaje claro de hacia dónde debe caminar la fiesta cuando se la mide con seriedad, conocimiento y profundo respeto por la tauromaquia.

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