Bolívar se Hace el Hara Kiri

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El caleño bajonea dos faenas de puerta grande con el lote de la tarde. Talavante abroncado por partida doble, y Olga Casado inédita y ovacionada tras escuchar los tres avisos en el tercero… 

Redacción: Jorge Arturo Díaz Reyes – https://todotoroblog.blogspot.com/ – Web Aliada

Cali – Colombia. Luis Bolívar, matador, apoderado y empresario en esta feria, estuvo en el dintel de la Puerta “Señor de los Cristales” dos veces, pero su espada fue contra sí mismo, como en las heroicas gestas japonesas.

El primero, ”Algodonero”, con sus presuntos cuatro años (no hay datos), y sus 476 kilos de clase murubeña y casta Santa Coloma, después de rematar en burladeros acometió codicioso los dos faroles de rodillas, las cinco verónicas, las tres chicuelinas y las dos medias que bajo el sol esplendoroso pusieron a hervir la tarde.

Trasero le puso el hierro Edgard Arandia, siendo romaneado y semitumbado con todo y caballería. “Chiricuto” y Herrera parean solventes y aplaudidos. El brindis de Luis va para sus socios empresariales en el ruedo y con discurso. Luego, de rodillas, tres ayudados bajos y uno por alto, una derecha y un molinete invertido ya en pie. Jaleo, música y paisanaje.
Dieciocho derechazos templados y ligados, redondos y circulares abrochados en tres tandas evocaron al torero de las mejores tardes. Quizá solo faltaba un tris de emoción en las nobles acometidas. La mano izquierda hizo los honores y la faena fluyó triunfal hasta su epílogo de cuatro manoletinas. Minuciosa igualada para firmar la obra sin yerro, pero el bajonazo subcutáneo y la estocada desprendida acabaron con el buen Gutiérrez y las ilusiones de todos.  Aplaudieron el arrastre y a él lo ignoraron. Ni siquiera unas palmas. Qué cosa.
El cuarto, “Panadero”, con dos kilos menos, fue aún mejor. Más enrazado. Brava salida, dos largas cambiadas de rodillas, y tres verónicas y media reeditaron el explosivo saludo del primero. Y la brega enjundiosa de parte y parte se lanzó musicalizada y gritona por una y otra mano, larga, generosa, toreramente. Ahora sí, parecía decirse la plaza, enfiestada en sus casi tres cuartos de ocupación. La mejor entrada hasta ahora.

Cuatro ayudados por bajo, coreados, resonaron como cuatro golpes en la puerta de la desgracia, pues fueron seguidos de un bajonazo en guardia, hasta la bola, cuya difícil extracción hizo eterna y exhibicionista la vergüenza. Cuando al fin, desde atrás de un burladero, lograron los peones recuperar el acero, Bolívar apesadumbrado se lanzó de nuevo dejando un espadazo eficaz. Pero ya no. Ya todo estaba perdido. Y ahora sí, yo no se por qué le obligaron a salir al tercio. Quizá para decirle lo mucho que le quieren y consolarlo. Con eso se fue toda la corrida pues lo demás vino peor.

Alejandro Talavante, displicente ante la mansedumbre del segundo le dejó pasar con desprecio y sin acción, abreviando bajo la sanción pública y terminando con otro estoque en guardia, (andaba la tarde por lo militar), y una completa arriba, que abrió la primera bronca. Repitió libreto con el quinto manso rajado, y el respetable volvió a ponerle de presente su enojo, cobrándole también las culpas del toro, a más de las suyas. Cuatro pinchazos y una estocada completa no mejoraron la situación que se prolongó hasta la despedida final.

De otra parte, Olga Casado, debutó con gran expectación y simpatía popular. Mas el utrero tercero, manso de bola, huido y sinvergüenza le obligó a una persecución infinita por las tablas, negándose a darle la cara. Hizo hasta lo imposible la bella, pero el feo no le regaló ni una mirada. La estocada cazada, tendida ineficaz, seguida de un pinchazo, tres intentos fallidos de descabello, y tres avisos, dieron paso a otro sainete; la devolución del toro vivo a los corrales con bueyes desobedientes y remolones. Largo, largo.

Devolvieron el sexto novillo por cojo. Entonces sin el menor recato le echaron un “toro” reserva de Juan Bernardo Caicedo, encastado en manso e incierto, que le hizo pasar las de San Quintín. Sin embargo, los dos pinchazos y la estocada contraria final fueron ovacionados. Carisma y solidaridad.
La tarde, fue de mala muerte, ¡Oh suerte suprema! Y por ello, solo por ello, se fue sin siquiera una vuelta al ruedo. Y con lo dispuesta que estaba la parroquia. Qué pesar.

El ganadero titular Ernesto Gutiérrez, es puesto a salvo por el pródigo juego sus toros primero y cuarto, que dieron hasta para apoteosis, pero no por la extrema mansedumbre de los otros dos y de los utreros. Con todo, ha sido el mejor encierro de lo que va de feria. A la salida, Bolívar aplaudido, Talavante abroncado y Casado con opinión dividida.

Ficha del Festejo

Cali. Domingo, diciembre 28 2025. Plaza de Cañaveralejo. 3ª de feria, Sol. Tres cuartos de aforo. Cuatro toros y tres novillos, incluido 6º bis (de Juan Bernardo Caicedo), de Ernesto Gutiérrez, dispares de presencia y juego, ovacionados el 1º y el 4º en el arrastre. Luis Bolívar, silencio y saludo tras aviso. Alejandro Talavante, bronca tras aviso y bronca. Olga Casado, saludó tras tres avisos y silencio. Incidencias. Saludó Carlos Rodríguez tras parear el 4º.

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