Diego Silveti realizó una artística faena a su primero y Héctor Gutiérrez dejó detalles muy toreros

SAN LUIS POTOSÍ.- La noche de la segunda corrida de la feria en la que se registró una gran entrada que ocupó tres cuartos del aforo de “El Paseo”, fue emotiva por las faenas de los tres toreros y fue Arturo Gilio el triunfador que salió en hombros, sin dejar de reconocer una faena artística de Diego Silveti con el único toro que le dio opciones; y la actitud de buen toreo de Héctor Gutiérrez, incluso con un astado de regalo.

Arturo Gilio, inteligente, logró una faena en su primero aprovechando las primeras embestidas que tuvieron emotividad con un astado que le costaba trabajo tomar el primer cite pero luego se empleaba y permitió al lagunero ejecutar muletazos largos y de mucho calado.

En tablas terminó el toro y hasta allá fue Gilio para adornarse con detalles que rubricó de una estocada entera para cortar la primera oreja de la noche, con fuerte petición de la segunda.

En el sexto, el lagunero volvió a tener un astado con movilidad y nobleza que le dejó estar muy agusto a Gilio quien fue estructurando una faena completa por ambas manos al son de “Yo soy de San Luis Potosí” lo que puso en más ambiente el interesante festejo.

Sin duda, el mejor toro, pues además el de Xajay tuvo fijeza y entrega.

Manoletinas y un par de muletazos de rodillas antecedieron a una petición de indulto del número 89 “Chuletón” con 480 kilogramos al que Arturo siguió toreando tratando de alentar el perdón a la vida del buen toro queretano.

Al final entendió Arturo que debía matarlo y lo hizo con un soberbio espadazo en todo lo alto para escuchar el grito de “torero, torero”, recibir dos orejas y al toro de Xajay un arrastre lento merecido.

Diego Silveti pudo haber cortado la oreja de su primero pues hizo todos los méritos para conseguirlo, ante el que abrió plaza de Xajay que fue claro, pero le faltó emotividad.

Estoico y artístico fue el trasteo de Silveti que, de no habérsele ido un poco baja la mano en la estocada cuando el astado se abrió en el embroque, habría sido premiado con un trofeo.

El cuarto del festejo resultó deslucido, llevando la cabeza a media altura y por más que el guanajuatense le peleó en diferentes terrenos el de animal queretano no se entregó.

Un estoconazo en el que Silveti esperó al toro de gran mérito y que fue fulminante para que el público, que hizo gran entrada, ovacionara a Diego, no sin antes abuchear al puntillero que levantó al astado.

Héctor Gutiérrez mostró una gran firmeza con un toro serio que sabía siempre lo que dejaba atrás.

Por ambos lados porfió el hidrocálido, aprovechando las embestidas que, siempre previas a una mirada,  el de Xajay le dio.

Una estocada entera ligeramente desprendida fue suficiente para ser ovacionado.

El quinto de la noche se escobilló el pitón derecho en los toriles por lo que el público protestó que le hayan dejado en el ruedo y aunque el hidrocálido Gutiérrez estuvo muy bien, aprovechando la nobleza del astado, poco le agradecieron algunos y mucho el resto que dividieron las opiniones ante los buenos muletazos que logró Héctor, quien antes de la estocada entera que dejó, anunció un regalo.

Salió el reserva al que Héctor le recetó un manojo de verónicas con temple y jugando los brazos alegremente.

El toro de Xajay fue bueno, noble y colaborador con la muleta, permitiendo a Héctor ir llevándolo en muletazos largos de buen trazo en los medios de la plaza.

Pronto se apagó el toro y Héctor tras un pinchazo dejó una estocada para ser aplaudido.

FICHA. 

Plaza “El Paseo Fermín Rivera» de San Luis Potosí. Tres cuartos de entrada. En noche agradable, fresca y de buen ambiente.

Siete toros de Xajay, (uno de regalo) bien presentados, bravos para el caballo y de los que destacó el sexto “Chuleton” que mereció arrastre lento tras una petición de indulto no concedida. Destacaron también el tercero, y el cuarto aunque duraron poco. Éste se escobilló un pitón, lo que no le agradó al público. El primero tuvo buen estilo pero le faltó emoción, lo mismo que el de regalo.

Diego Silveti: ovación y silencio.

Héctor Gutiérrez: palmas, silencio y palmas

Arturo Gilio: oreja con petición de otra y dos orejas.