Arranca la temporada…

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Bajo el signo de Roca Rey, un curso taurino teñido de novedades. La incorporación a las ferias de nombres como los de Diego Urdiales, Octavio Chacón, Emilio de Justo, Álvaro Lorenzo y Pablo Aguado, alivio imprescindible de los carteles.

La feria de Olivenza, dilucidada en cinco festejos de este fin de semana, y el arranque del abono de Valencia el sábado 9 -novillada sin picadores- y el domingo 10 -corrida de Victorino Martín- son la señal de partida del curso taurino. Trece los festejos del abono valenciano de Fallas: siete corridas de toros en terna, una más castigada por la fórmula de rejoneador y solo dos espadas, otra de rejones en terna y sesión matinal, tres novilladas picadas -la del 11 de mayo, fiesta patronal a dos meses vista- y, en fin, la novillada de noveles, seis, remitidos por las escuelas taurinas de Valencia, Albacete, Málaga, Almería y Aguascalientes.

De las cinco fiestas de Olivenza, la matinal del sábado se reserva para una novillada picada. La vespertina, para la recurrente idea de las mal llamadas corridas mixtas, o sea, un rejoneador y dos espadas. Tanto en la sedicente mixta de Valencia como en la de Olivenza se anuncian Diego Ventura y Enrique Ponce. El Juli, que apoya el cartel mestizo de Olivenza, también se anuncia en Sevilla para el 8 de mayo, miércoles de farolillos, cogollito de la semana de feria, con Diego Ventura y el refuerzo muy taquillero de Cayetano Rivera.

Son veintidós los matadores de alternativa para los veintitrés puestos de la oferta de Valencia; catorce espadas para los catorce de Olivenza. Son ocho los que torean las dos ferias: Ponce, que hará doblete en Fallas, El Juli, Antonio Ferrera, Sebastián Castella, Emilio de Justo, Andrés Roca Rey, Ginés Marín y el neófito Antonio Catalán “Toñete”. Morante de la Puebla adujo incompatibilidad con la televisión en directo para rechazar la oferta de torear en Valencia y por eso no figura en la nómina de seleccionados. Tanto en Olivenza como en Valencia son mayoría los toreros acogidos a la protección de la figura del empresario-apoderado. Lo excepcional ha pasado a ser, parece que de manera irreversible, la figura del torero con un solo apoderado, que, rastreando estos primeros carteles del año, son tan solo tres: Diego, Urdiales, Octavio Chacón y Cayetano Rivera.

La retirada definitiva de Juan José Padilla y Juan Bautista y la se supone que temporal de Alejandro Talavante han venido a liberar puestos en las ferias mayores. Tal vez por eso, pero no solo por eso, tanto en Valencia como en Sevilla se ha abierto paso un ligero refresco de nombres. En Valencia, las novedades de Octavio Chacón, ya erigido en estrella de las corridas de aliento, y del sevillano Pablo Aguado con su pureza clasicista; y, además, la repesca de Diego Urdiales tras su exhibición memorable del pasado otoño en Madrid, y la confirmación de Álvaro Lorenzo, que se presume emblema de la generación del recambio. Chacón, Aguado, Urdiales y Lorenzo han encontrado acomodo -una sola tarde- en el abono de Sevilla, que, por mor del calendario cuaresmal, se celebrará esta vez en la primera quincena de mayo. Es llamativo que el debut como matador de alternativa en Sevilla de Emilio de Justo sea en sábado de preferia con una corrida de Victorino Martín, hierro con el que en apenas dos años ha dado el salto desde el ostracismo a un puesto al sol en todas las ferias. O en casi todas.

En la última semana de marzo, el abono de Castellón -cinco corridas de toros y una de rejones- ha reservado la corrida dura de roer, la de saltillos de Adolfo Martín, para una terna de toreros del país: Paco Ramos, Abel Valls y Vicente Soler. Las tres corridas estelares de ese abono de la Magdalena, que suele romper el fuego de la temporada el tercer domingo de la Cuaresma cristiana, reservan protagonismo a los nombres mayores y conocidos: Ponce y los cuatros toreros que tiene firmadas en el abono de Sevilla cuatro tardes: Morante, El Juli, Manzanares y Roca Rey. De los cuatro es indiscutiblemente el peruano Roca Rey el de más tirón en taquilla y mayor gancho popular. Reafirmarse en su posición prevalente de figura mayor del toreo de ahora mismo será asunto capital de la temporada que acaba de estrenarse.

Cuando dentro de dos semanas se hagan públicos los carteles de San Isidro, se tendrá despejado el paisaje de la temporada. Pero, antes del interminable ciclo de mayo y junio en las Ventas, habrán tenido lugar en Madrid dos acontecimientos relevantes: la corrida de inauguración de temporada, del 14 de abril, con toros de Victorino y Fernando Robleño, Chacón y Pepe Moral en el cartel, y la del domingo de Pascua, el día 21, con un cartel que representa la imagen del cambio o su propuesta: David Galván, Juan Ortega y Pablo Aguado, con una corrida de sangre Salvador Domecq de El Torero. El cartel que podría haber estado en Sevilla pero no está, Las insuperables desavenencias de despacho entre Hermoso de Mendoza y Diego Ventura han terminado por condicionar de rebote los programas de no pocas ferias.

En el abreboca del curso, en dos festejos de febrero celebrados en Valdemorillo y Carabanchel, han llamado la atención dos toreros: Manuel Escribano, excelente con una de Miura nada sencilla, y Emilio de Justo, a placer con un bravo toro de Juan Pedro Domecq. Un fiero victorino ha sido el picante de esas dos primeras corridas mayores de una temporada que tanto en Valencia como en Castellón, y en Sevilla como en Olivenza, estará marcada por la presencia masiva de ganaderías de encastes Domecq.

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